El equipo económico del Frente Renovador, encabezado por el diputado Marco Lavagna, analizó, con lógica preocupación, la marcha de la inflación y el número publicado por el Indec ayer. El diputado (y economista) calculó que, si bien la interanual navega en una zona de 25,5% en la medición nacional, "la inflación de los últimos seis meses promedió 2,3%, lo que implica un alza anualizada de precios de más de 31%". Además, dice Lavagna en un comunicado: "Cabe destacar que el mes de abril fue el tercero del año con un alza de los precios superior al 2%".
Pero, más allá de los números pasados, lo más interesante son las tendencias y las recomendaciones. Sobre el primer punto, Lavagna dice: "Considerando el traslado de la reciente suba del dólar al resto de los precios de la economía (en las dos primeras semanas de mayo aumentó 20%), la inflación se mantendría en niveles elevados los próximos meses, e incluso podría llegar a acelerarse respecto de lo observado en los meses previos".
Agrega: "Respecto a las proyecciones, la suba del tipo de cambio tendrá un efecto residual en la inflación de los próximos meses en la medida en que existen precios que ajustan al valor del dólar. Este sería el caso del precio del gas que, pese a que el Gobierno anunció que no iba a haber mayores aumentos de tarifas, tiene previsto ajustes periódicos en función de la evolución del dólar. Situación similar ocurre con el combustible, que además se verá afectado por el alza del precio internacional del petróleo. El agravante de estos precios es que tienen un traslado al resto de los bienes vía costos de producción". En concreto, "la inflación encontraría así un nuevo piso del 25% para 2018".
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Por eso, arguye, las perspectivas reafirman que la lucha contra la inflación está lejos de ser ganada. "La aclamada desaceleración de los precios no se alcanzará y la inflación mantendría el ritmo promedio de los últimos 11 años: los avances contra la inflación en los últimos tres años de gestión han sido escasos", dice.
"Los resultados no sólo atentan contra la credibilidad del esquema de metas de inflación sino que además se ha traducido en la encrucijada cambiaria actual (la fuerte escalada de las tasas de interés y la dificultad para desarmar el stock de Lebac para evitar nuevas subas abruptas del dólar) y, lo peor, en un importante deterioro de los ingresos de las familias a partir del uso de paritarias para contener precios", concluye Lavagna. Tras lo urgente, viene lo importante...
