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¿Por dónde ajustar? Más del 70% del gasto es inflexible a la baja

Los intereses de la deuda, las jubilaciones, las prestaciones sociales y los salarios explican, en conjunto, el 74% Presupuesto

Alejandro Radonjic 17 mayo de 2018

Por Alejandro Radonjic

“Si el problema tiene 70 años eso te dice que no va a ser fácil de resolver”, razonaba, con buen tino, un economista en las redes sociales. Y resumía, así, el sentimiento de varios de sus colegas que, en líneas generales, apoyaban la decisión de “acelerar” el ajuste fiscal.

Son diversas las causas que confluyen a la hora de explicar el elevado nivel de gasto público que tuvo y tiene Argentina. Además de una presión tributaria alta (a punto tal que más del 30% de la economía opera en negro), el gasto primario supera a la recaudación y redunda en un rojo primario de unos $30.000 millones mensuales, aproximadamente.

“Hay que hacer lo que haya que hacer sin importar los costos para aspirar a 20 años seguidos de crecimiento”, dijo Macri

Y si es alto, sigue el razonamiento, es porque hay una presión social para que así lo sea. Siguiendo un poco más esa línea argumental, la conclusión es obvia: no va ser fácil acomodar las cuentas y converger. Sin pagar costos, cuanto menos. Además, más del 75% del gasto es inflexible a la baja. Desde la UNLP, Francisco Eggers aclara: “No es que haya gastos 100% inflexibles o 100% flexibles y hay grados de flexibilidad”. Sin embargo, todo tiene sus costos.

Así describe Eggers los grandes rubros del Presupuesto.

“Tomo como gastos más inflexibles a los intereses de la deuda y el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas, que están indexadas, por un mix entre IPC y salarios”, explica Eggers. “Pueden bajar en términos reales por aceleración inflacionaria o por caída del salario real, pero en forma limitada y costosa”, agrega. Los intereses (netos de pagos intrasector público) y jubilaciones y pensiones contributivas sumaron, en 2017, 44% del gasto total anual.

“Después hay un gasto menos inflexible, compuesto por salarios (incluyendo transferencias a universidades, que es para pagar salarios), y otras prestaciones sociales, como AUH, pensiones no contributivas y demás, que sumaron alrededor del 30% del gasto en 2017”, explica Eggers.

Luego de esos dos grandes ítems (que suman 74%), queda 20% en subsidios, gastos de capital y transferencias a provincias (que son flexibles y, en rigor, están cayendo en algunos casos) y un extra 6% del gasto total que es difícil de cuantificar, pero que también es flexible.

Como anticipó Dujovne, el Presidente ratificó que, en 2018, Argentina tendrá menos crecimiento y más inflación

Quizás por eso, Mauricio Macri no dio grandes precisiones ayer y sugirió que el Presupuesto 2019 es una buena oportunidad “para abrir esa puerta hacia la responsabilidad”. Por ahora, los economistas son escépticos y quieren ver el “delivery”, que ya no depende solo de Cambiemos sino del todo el arco político.

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