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Diálogos after office

Los coletazos políticos de la corrida cambiaria, el eje

24 mayo de 2018

Con el estrés financiero detrás, más allá de los corcoveos del “billete” de ayer, es hora de analizar los coletazos económicos y, por añadidura, políticos y electorales de la crisis cambiaria de abril y mayo. Para recorrer esos meandros, El Economista dialogó con un avezado analista político, que también hace encuestas para conocer el pulso citadino, sobre la etapa que se abrió y la que está por abrirse, es decir, la campaña electoral para 2019.

Mientras la corrida cambiaria per se va quedando atrás y ha bajado el nerviosismo general, se avecina la hora de pagar los costos. Mi primera pregunta, admito que no es fácil, es sobre la imagen del Gobierno, y el Presidente en particular. ¿Va a recuperar terreno (en la Casa Rosada dicen que el tracking diario que hacen así lo demuestra) o seguirá cayendo algunos puntos, precisamente, porque se vienen esos costos: más inflación y posiblemente una recesión?

Creo que hasta junio incluido no hay posibilidad de recuperación, porque los nuevos aumentos van a seguir llegando. Y quedan pendientes los aumentos generados por la devaluación. El dato alentador es que la cosa no explotó. Ergo, no hay que descartar una recuperación postmundial. Pero para Mauricio, lo mejor ahora es esconder los números de encuestas

Lo positivo, para el Gobierno, es que ningún opositor lo capitalizó. ¿Coincide?

Eso es relativo. Es cierto, ningún opositor de carne y hueso capitalizó porque ninguno está instalado y no hay campañas ni candidatos. Sin embargo, la masa opositora se incrementa.

¿La campaña arranca después de Rusia?

Como dice Rosendo Fraga, ya arrancó. Mi opinión es que arrancará cuando se sepa quien es el candidato del PJ.

Algunos números de encuestas, por favor?

Mi última encuesta es predevaluación: me daba una positiva de 30% y una aprobación de 36% Yo lo pongo así: lo que Mauricio perdió en 2018 (posterior a la reforma previsional) es el apoyo de los massistas. Es decir, los que votaron a Massa en la primera vuelta y a Macri en el balotaje. También hay pérdida de oficialistas puros, pero aún es controlada. Lo que se perdió es el apoyo blando de noviembre.

¿Y quién va a ser el candidato del peronismo?

Acaso “la” pregunta. El tándem Pichetto-Bossio está jugado con Urtubey, pero me parece que todavía falta

¿Mide Urtubey?

Y no pregunto por su elevada estatura, desde ya. ¿O es irrelevante hoy la pregunta y debería ser, en cambio, si puede, eventualmente, galvanizar a esa masa crítica de los más o menos desencantados con Cambiemos? Yo lo medí el año pasado y tenía todavía alto desconocimiento, pero no era un caso perdido. Además, el hombre está dispuesto a dejarse couchear.

¿De qué dependerá que levante la imagen presidencial después de Rusia? ¿La economía manda?

En su momento, hace no mucho, se habló de cierta diversificación de la agenda: aborto y Chocobar, por ejemplo. Hoy es todo economía. Esa agenda que mencionás ya fue. No quita que Marcos y Jaime puedan inventar algo, pero hoy tenés voto identitario y dos grandes bloques, que lo llamo el M y el K, que se mueven por la economía. No veo ningún otro factor.

¿Y cómo anda Vidal? ¿Sintió algún impacto?

El otro día sorprendió su amenaza a empresarios de que analizaría las subas de precios injustificadas? Vidal está ensayando una diferenciación pero, a mi juicio, es poco útil. No tiene destino más allá del macrismo y está muy atada a Macri. Más allá de eso, se está intentando diferenciar: quizás sea un Plan B del propio Macri o una búsqueda de gobernabilidad por parte de ella. Pero, insisto, y si bien ella está arriba de Macri en los sondeos, la opinión pública no los diferencia y, de hecho, ambos vienen cayendo.

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