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Pymes 2018: desafíos y oportunidades

Si bien la economía argentina refleja ciertos niveles de recuperación, el proceso es gradual y no necesariamente homogéneo para todos los sectores

19 abril de 2018

Por José Dapena Director del Departamento de Finanzas de la Universidad del CEMA.

Si bien la economía argentina refleja ciertos niveles de recuperación, el proceso es gradual y no necesariamente homogéneo para todos los sectores. Hay un escenario con tasas de interés altas (al menos en el corto plazo), reacomodamiento en las tarifas de servicios, mercado laboral con costos significativos, mayor presión impositiva y transparencia facilitada por mecanismos de información y control. Los esfuerzos del Gobierno desde el punto de vista económico chocan con las necesidades políticas y el tránsito hacia una economía normal, para visualizar en el corto plazo cambios significativos, ya que el proceso está llevando más tiempo del que originalmente se pensaba. La incidencia del déficit fiscal y de cuenta corriente en la economía reduce las posibilidades de una expansión significativa.

En ese entorno, a la empresa pyme le queda diferenciar entre las variables que controla y las que no controla. Entre las que no controla, encontramos los niveles de tasas de interés, tipo de cambio, impuestos. Entre las que controla, el precio de venta, las inversiones en equipamiento, la contratación (o no) de personal.

Sin embargo, más allá de las variables de gestión, un aspecto que, si bien siempre ha sido relevante, en el actual contexto adquiere mayor importancia: el acceso y la disponibilidad de información económica y financiera de la marcha de sus propios negocios. Si bien los estados contables son por naturaleza los indicados en tal sentido, en muchos casos el balance se realiza de manera anual, y solo a los efectos de cumplimiento legal e impositivo. Además, la información que proporcionan no necesariamente se condice con la sensación del dueño pyme, ya que, por ejemplo, el estado de resultados puede dar ganancia, pero esa ganancia puede estar reinvertida en inventarios o créditos hacia los clientes, o en créditos fiscales que representan dinero inmovilizado sin ninguna contraprestación a cambio.

Manejar empresas sin contar con información apropiada de gestión es como manejar un avión sin el instrumental de navegación. Si bien ese instrumental del avión, quizás, no es relevante en contextos de calma, en momentos de turbulencia donde hay que ajustarse los cinturones requiere de precisión de cirujanos ya que, por ejemplo, el piloto no puede no saber cuánto combustible le queda si el mismo es escaso, lo que de manera análoga sucede con el financiamiento pyme.

Tomemos por ejemplo el tema de la rentabilidad. En los casos que he tenido oportunidad de analizar, en general la rentabilidad se evalúa como margen de ganancia sobre ventas. El problema de esta medición es que no tiene en cuenta la rotación y, por ende, el capital invertido. Desde lo financiero, la rentabilidad de un negocio se evalúa respecto del capital invertido (similar a cómo se evalúa la rentabilidad de un plazo fijo, ganancia en relación a capital inmovilizado) y no respecto de las ventas. Considerar rentabilidad sobre ventas lleva en muchos casos a incrementar precios con el objetivo de mantener margen, con el eventual efecto sobre la rotación y nivel de actividad.

Sin embargo, aun cuando una empresa pyme desease modificar su cálculo de la rentabilidad, la misma choca con el hecho de que muchas de ellas no saben siguiera cuál es el capital invertido y, en tal sentido, el balance es engañoso ya que ciertos activos, al no ajustarse por inflación, están subvaluados. Manejar una empresa sin conocer su rentabilidad, su capital inmovilizado y su flujo de fondos (diferente de ganancia) es como manejar un auto sin saber el que cantidad de nafta queda en el tanque. La carencia de esta información le impide también a la empresa planificar sus necesidades de fondos por anticipado y, a través de ello, aprovechar mejor los instrumentos de colocación de fondos excedentes y de financiamiento, tales como los existentes en el mercado de capitales, que le permiten hacer más eficiente desde lo financiero la gestión integral.

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