“En el segundo mes del 2018, la actividad económica evidenció una expansión de 5,9% en relación al mismo mes del año previo y marcó doce meses consecutivos de crecimiento”, sostuvo ayer el Indice General de Actividad (IGA) de Orlando J. Ferreres & Asociados. Más allá de la módica baja de 0,5% mensual versus enero, en el primer bimestre de 2018 la economía creció 5,1% interanualmente.
Particularmente, dice el reporte, la industria manufacturera fue el mayor impulsor del crecimiento tras exhibir un incremento superior a 8%, a partir de los resultados obtenidos por los sectores de la construcción y el automotor. Asimismo, también avanzó el sector de minas y canteras y el comercial (mayorista y minorista). En sentido opuesto, se situó el sector de intermediación financiera, “que exhibió una nueva baja y fue el sector más afectado durante febrero”. También se ubicó en terreno negativo el segmento agrícola, “que volvió a presentar una contracción durante febrero a causa de los efectos de la sequía que aseló los rindes de la cosecha”.
“A partir de estos resultados, se espera que la economía continúe en un sendero de crecimiento, supeditado al impacto de la sequía durante el segundo trimestre, la recuperación de Brasil y la evolución de los salarios reales”, agregaron.
Si los números se confirman por el Indec (vale aclarar que son estimaciones del sector privado), sería una noticia muy positiva para el Gobierno porque el 2018 había arrancado con algunas dudas por el nerviosismo financiero internacional y la sequía local. Y, además, porque, si continúa la tendencia, sería la primera vez desde 2011 en la que no hay ajuste y recesión en un año par y no electoral.
