Tras meses de muchas dificultades al interior de la cadena lechera, ayer se llegó a un acuerdo entre el Gobierno, cámaras empresariales representativas de la industria láctea y sindicatos de trabajadores, con el objetivo de mejorar la producción y el empleo en el sector. Se trata de un acuerdo que abre la discusión del convenio colectivo de trabajo e introduce incentivos a la productividad y competitividad, aunque se busca no afectar los puestos de trabajo.
Llamó la atención, sin embargo, la ausencia de los productores primarios en el acuerdo, justo el día en que el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, se refirió a la crisis que enfrentan los tamberos y pidió medidas "urgentes" respecto de la refinanciación de deudas, la mejora en la red de infraestructura y transparencia de la cadena para mejorar la situación de la lechería.
Entre los puntos centrales del acuerdo, industriales y sindicatos se comprometen a trabajar en la capacitación de los trabajadores, se establece un nuevo esquema de premios por presentismo y puntualidad. Para lograr mayor competitividad se introduce el principio de multifuncionalidad, y se permite incorporar empleados por plazo fijo para necesidades productivas acotadas en el tiempo. Además se crea la figura de trabajadores a tiempo parcial (sábado, domingos y feriados).
Firmaron los ministerios de Producción, Trabajo y Agroindustria, además del Centro de la Industria Lechera Argentina (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA).
