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El Gobierno, otra vez, empecinado en apostar por el segundo semestre

La promesa que popularizó el ex ministro de Hacienda y que fue tomado “para la joda” por casi todos, como admitió, vuelve a escena

19 mayo de 2017

Después de un primer tramo del año que sigue siendo duro para el oficialismo, tanto en términos de inflación como del escaso crecimiento, todos los cañones apuntan ahora al tan mentado “segundo semestre”. La promesa que popularizó el ex ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y que fue tomado “para la joda” por el resto de los economistas según dijo el mismo ex funcionario en su momento, vuelve a escena. Un año después.

Tanto en el Ministerio de Hacienda, conducido por Nicolás Dujovne, como en el BCRA, capitaneado por Federico Sturzenegger, esperan con ansias la segunda parte del año. Para Hacienda, la actividad económica ya ha comenzado a mejorar y pronostica que en el segundo semestre del año “se verá un crecimiento importante” respecto a igual período del 2016. Es algo que venían adelantando, en realidad, por la performance de marzo cuando la economía habría crecido 1,7% (dato que se confirmará la semana próximo oficialmente). El jefe de asesores de Dujovne, Guido Sandleris, es quien asegura que “en el segundo trimestre del año la actividad económica crecerá muy fuerte, por sobre el 1% en relación al primero, y tendrá un fuerte aumento interanual”.

En el Palacio de Hacienda creen que a fin de año quedará demostrado que ellos tenían razón y no los economistas agoreros. Para quien lleve la cuenta, es la misma definición que tenía el ex inquilino en ese ministerio, que al momento de ser eyectado del cargo, se fue enumerando los “logros” de su gestión y diciendo que  “algunos se tomaron para la joda lo del segundo semestre, pero cumplimos”. Vale decir, Prat-Gay tenía razón: la economía salió técnicamente de la recesión durante la segunda mitad del año pasado. ¿La tendrán también ahora?

Ahora, ese mismo speech se escucha en el BCRA. El miércoles, en conferencia de prensa, que tuvo sala llena, Sturzenegger también planteó las bondades de lo que será el “segundo semestre”. Esto sucedió después de que reafirmara que la meta no se toca, y si bien en la intimidad saben que la pelea la vienen perdiendo round tras round, mientras no toquen la última campana, mantendrán la esperanza de un golpe de suerte. Pero más allá de eso, lo que creen en la entidad es ahora mirando hacia adelante. En lo inmediato, o sea lo que será el dato de mayo, adelantan en el BCRA que será “más alto de lo deseado”, aunque no el desastre de abril. Muy cerca del 2% es lo que esperan.

Pero estiman que la inflación de junio y julio, anualizada, dará el 21% o 22%. De ahí, calculan que la última parte del año la tasa mensual de inflación será de 1% o menos, algo que los dejará “bien parados” para lo que será el desafío del año próximo. La meta para el 2018 es de entre 8% y 12%, pero el banco apunta a llegar a 10%. “En la segunda mitad del año la inflación se va a desplomar”, vaticinó un importante funcionario del BCRA a este columnista. ¿Presionará la emisión creciendo al 30% y la compra de dólares -quizás un tanto inoportuna- que hace la entidad? Otro alto funcionario del Central fue categórico: “Nosotros fijamos la tasa de interés. Y la cantidad de dinero es resultado de esa tasa. Si la emisión es 30% y la economía se banca 20%, entonces el otro 10% lo compramos nosotros vía pases. Es así de simple. Decir que la emisión genera inflación, en este esquema, es un error técnico”.

Así las cosas, lo concreto es que en entusiasmo en los pasillos oficiales tiene que ver más con lo que podría venir que por lo que fueron estos primeros meses del año. Claramente menos auspiciosos de lo que pensaban. El objetivo de los funcionarios es cambiar las expectativas, algo que según los últimos sondeos, no estaría sucediendo. El LatinFocus de estos días mostró que los bancos y consultoras prevén menos crecimiento (2,7% este año) y más inflación (22%) de lo que quisiera el Gobierno.

Pero todos concuerdan en que una de las características de lo que será la segunda parte del año es el “riesgo electoral”. Inversores (de acá y del exterior) se preguntan qué pasará con el Gobierno en las urnas. Toda una incógnita. Pareciera que el oficialismo está confiado en sacar un buen caudal de votos en la provincia de Buenos Aires, madre de todas las batallas. Y que le ganará a una oposición aún muy atomizada en el peronismo.

Un politólogo muy conocido en el mundo empresario lo decía así: “No van a tener mayoría en ninguna de las cámaras, y no importa cómo les vaya en términos nacionales. Porque es muy poco relevante qué sucede en una provincia chica. Y si bien los diarios van a titular por el resultado global, aunque pierdan, lo que va a importar es lo que pase con la gente de (María Eugenia) Vidal en la provincia. Ahí se juega el Gobierno no solo lo que le resta de mandato hasta el 2019, sino que develará si este proyecto político realmente tiene un futuro”. Un segundo semestre a pura expectativa para Cambiemos, en todos los frentes.

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