El Economista - 70 años
Versión digital

vie 19 Abr

BUE 17°C

Ponte apuntó contra los “subsidios encubiertos”

24 febrero de 2017

“Tenemos un problema gravísimo que es la truchez (sic)”, dijo ayer el secretario de Empleo de la Nación, Miguel Angel Ponte, al señalar que el 80% de las actividades formativas del Ministerio de Trabajo son canalizadas a través de las organizaciones sociales “que han demostrado una capacidad normativa de prácticamente cero”. Así, consideró que $5.000 millones por año terminan siendo destinados a un “encubrimiento de subsidios donde el otro juega a que da un curso, y yo tengo que jugar a que me creo que da un curso”.

Ponte participó de una mesa de discusión sobre “principales políticas de vinculación entre educación y trabajo”, que se realizó ayer en el marco de un congreso sobre el tema organizado conjuntamente por el Ministerio de Educación, el de Trabajo, el Inet, el BID y la OEI.

“Hoy si me preguntan la agenda del Ministerio de Trabajo lamentablemente les tengo que decir, así como el Ministerio de Educación tiene el 80% de su agenda viendo no cómo los docentes enseñan mejor, sino si van a dar clase, nosotros tenemos el gran trabajo de ver que no nos truchen las actividades”, dijo apuntando contra las organizaciones sociales, que canalizan más del 70% de las actividades formativas. “Entre que no tienen estructura y que a su vez están muy presionadas por las bases, el 80% de los programas del ministerio, que son $5.000 millones por año, termina siendo un encubrimiento de subsidios donde el otro juega a que da un curso y yo tengo que jugar a que me creo que da un curso y todo eso para legitimar un subsidio que, en definitiva, sería mucho más barato si cerramos todo y damos un subsidio”.

Ponte consideró que el tema de la vinculación entre educación y trabajo es más difícil de tratar cuando existe una situación de “inmenso desequilibrio entre la oferta y la demanda”. Para el funcionario, la situación actual genera que “la oferta laboral se vaya degenerando”, porque la persona que no encuentra lugar en el mercado laboral se va alejando cada vez más de ese mundo. En ese sentido, señaló que el Ministerio propuso a los sindicatos “salir de su rol tradicional de formar al propio personal, invitándolos a formar a la población marginal”. “La dinámica es totalmente distinta: no tenemos idea de cómo se forma esa gente que está casi desculturizada”, agregó.

Por el lado de la demanda Ponte admitió que también hay problemas: no están claras cuáles son las necesidades. “El sistema empresario no ha logrado estructurar a través de cámaras o instituciones intermedias una demanda consolidada que pueda decir 'no va a crecer el empleo, pero por lo menos el año que viene vamos a necesitar x personas en tal oficio'”. “Ni hablar del largo plazo ?continuó?. Más allá de algún observatorio, no hay gente en Argentina que esté estudiando en este momento la evolución del trabajo en los próximos veinte años”.

En este marco, el secretario de Empleo consideró que “la lucecita de esperanza es el crecimiento de la economía”, aunque hay riesgo de que “le ganen por goleada dos luces rojas”: que cada vez más el PIB mundial se produce sin trabajo (por la incidencia creciente de la tecnología) y una “inmigración lateral que alimenta el problema”.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés