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Cayó la estimación de cosecha de maíz

12 enero de 2017

Las abundantes lluvias y la gran sequía en los distintos puntos clave del área agrícola nacional se convirtieron en factores decisivos en la evolución de la campaña 2016/17, que prometía ser una de las mejores de los últimos años para la actividad. Después de la eliminación de las retenciones y de los cupos para la exportación, los cereales regresaron con fuerza a los campos de la zona núcleo, con mayor intención de siembra y más inversión en tecnología por parte de los productores. Sin embargo, las adversidades climáticas volvieron a ejercer presión y los expertos aseguran que habrá pérdidas irreparables.

Así también lo consideró la Bolsa de Comercio de Rosario, que en su último informe corrigió la estimación nacional del maíz y la ubicó un millón de toneladas por debajo de la proyección de diciembre.

“Pese a que el rinde promedio nacional estimado de 73,6 quintales supera al promedio de los últimos cinco ciclos, que fue de 69 quintales por hectárea, se prevén mayores pérdidas de superficie. Se trata de 200 a 300 mil hectáreas que fueron severamente afectadas por los problemas de la sequía del sur bonaerense y los excesos de la franja central”, explicó la entidad, al tiempo que resaltó que “la campaña de mayor siembra en los últimos diez años, con 5,8 millones de hectáreas implantadas, quedó envuelta en un evento hídrico fenomenal en el centro del país, mientras el sur bonaerense sigue marcado por la falta de agua desde mediados de octubre”.

En otras palabras, confirmó que las pérdidas de hectareaje sumadas a la superficie forrajera reducirían el área que se destina para grano comercial a 1,02 millones, por lo que, a partir de un rinde estimado nacional de 73,6, la producción final sería de 35,5 millones de toneladas. “Esto señala un millón menos de toneladas que la proyección hecha hace un mes, pero en comparación con el ciclo anterior resulta en un aumento del 18%”, aclaró, y resaltó que no se modificó la superficie de siembra.

“Hasta mediados de diciembre, la falta de agua avanzaba, cercando, desde el oeste y el sur, a la región central del país. Pero cuando llegó el agua, la sequía se rebatió con un entusiasmo que duró poco, porque la continuidad de las lluvias enseguida provocó excesos”, agregó la BCR, al tiempo que recordó que “el año pasado las lluvias tuvieron una distribución más pareja”, mientras que “esta vez, los cuatro eventos se concentraron con determinación sobre el eje que va del centro de Santa Fe hasta el norte bonaerense”, aún en un período Niño. Sin ir más lejos, en esa zona las precipitaciones impidieron las labores en soja de segunda, maíz de segunda, sorgo granífero y algodón, lo que acrecentó la incertidumbre entre los productores.

Números oficiales

Para el Gobierno Nacional, que difundió sus propias estimaciones por medio del Ministerio de Agroindustria, la cosecha de maíz será este año de 44,5 millones de toneladas, en contraposición a los 39,8 millones recolectados en la campaña previa.

Para la soja, por su parte, previó 56 millones de toneladas, frente a las 58,8 millones del ciclo 2015/16. “El ajuste a la baja en la oleaginosa refleja el cambio que realizó el productor argentino a partir de destinar más hectáreas a la siembra de cereales por las medidas económicas que favorecieron a estos cultivos en detrimento de la soja”, señaló la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios en un comunicado oficial.

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