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Proponen a los frigoríficos exportar cuero crudo

14 diciembre de 2016

En un marco de profunda crisis de los frigoríficos, que preocupa cada vez más al Gobierno Nacional, el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires presentó un proyecto para que el sector despegue y revierta la tendencia de los últimos años, en los que una buena parte de los establecimientos se vieron obligados a cerrar por la baja rentabilidad. Es que mientras la producción de carne muestra señales de recuperación a partir de una mayor faena gracias a la retención de vientres, el segundo eslabón de la cadena cárnica afronta problemáticas vinculadas a los despidos y suspensiones en las plantas del interior.

Por eso ayer, en una reunión de la Mesa Provincial de Ganados y Carnes que contó con la presencia de dirigentes de toda la actividad en el país, el ministro Leonardo Sarquís propuso que se evalúe la posibilidad de que los frigoríficos comiencen a exportar una cuota de cuero crudo de sus respectivos índices de faena. “Esto permitiría un mejor ingreso a las empresas para neutralizar la baja de los precios del recupero y de los mercados internacionales”, explicó en el encuentro, del que también participaron el subsecretario de Control Comercial Agropecuario de la Nación (la “nueva Oncca”), Marcelo Rossi, y el director nacional de Producción Ganadera, Daniel Papotto.

Curtiembres en alerta

De concretarse, la iniciativa disminuiría la histórica “protección” que recibe la industria curtidora, que se dedica a agregar valor a los cueros de los animales faenados por los frigoríficos. Desde 1992, dicho segmento operó con privilegios a partir de los altos aranceles fijados por los gobiernos para la exportación del producto en crudo, por lo que pagó valores muy por debajo de los del mercado internacional, algo que parecía que iba a finalizar con la asunción del presidente Macri, quien fijó en el 10% la alícuota para las ventas externas. Sin embargo, la cotización sigue en valores que no se corresponden con los costos de las empresas, lo que provocó fuertes quejas de los procesadores en reclamo de nuevas políticas que posibiliten una comercialización más equitativa.

Ahora, el Ejecutivo busca ponerle paños fríos al asunto, sobre todo en un momento en el que el precio de la carne vacuna no sube y el consumo ya acumula una baja del 6,7% en lo que va del año, en conjunto con exportaciones que no alcanzan para compensar el retroceso en los precios del ganado en pie. En ese sentido, Sarquís anticipó que se apuntará “a un camino de fiscalizaciones más profundas”, al tiempo que aseguró que “darán al sector las herramientas que se necesitan para regularizar en forma consensuada las distorsiones que existen”.

Según el funcionario, la constitución de un organismo que controlará la evasión en la ganadería, que lidera Rossi, es también un signo de que al Gobierno le interesa que la actividad repunte lo más rápido posible. “Todas las medidas están orientadas a que el sector esté cada vez mejor”, expresó, y resaltó que “las perspectivas para el sector cárnico son muy favorables: ya tenemos 6% más de retención de vientres en la provincia de Buenos Aires y existe una gran apertura de mercados internacionales”.

Por su parte, Rossi se refirió al lobby que ejercen las curtiembres para sostener su negocio y señaló que “desde Agroindustria de la Nación trabajamos codo a codo con el ministro Sarquís y la provincia con la intención de profundizar el vínculo y trabajar para que haya menos burocracia y más fiscalización, con nuevas reglas de juego”.

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