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Preocupa la falta de lluvias en plena siembra

16 diciembre de 2016

Aunque comenzó con excelentes perspectivas, la campaña 2016/17 vuelve a verse envuelta en problemas vinculados al clima, esta vez por escasez de lluvias. De acuerdo al último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el centro y sur bonaerense la siembra de soja se encuentra “totalmente paralizada” luego de varias semanas sin agua. “Si no se producen precipitaciones que permitan retomar las tareas sobre una importante cantidad de lotes aún pendientes de implantar, los ajustes regionales de superficie podrían impactar sobre la actual proyección nacional de área para el presente ciclo, estimado en 19.600.000 hectáreas”, advirtió la entidad.

Las malas noticias comenzaron a preocupar a los productores que apostaron a la oleaginosa este año a pesar de la menor ventaja en términos de mercado a causa de la postergación en la rebaja de las retenciones. En la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario vislumbra un panorama complicado. “Se abre un nuevo capítulo en la región: vuelve a escena la falta de agua como el mayor peligro de los cultivos de verano”, alertó, y advirtió por “una gama de situaciones que empieza a dar diferencias por calidad de suelo y manejo”, además de “problemas de plagas”.

De todas maneras, la oleaginosa progresa en lugares como NOA y NEA, donde en los últimos días se registraron avances significativos gracias a la ventana óptima de siembra, que mostró una adecuada oferta hídrica a partir de las lluvias registradas durante el fin de semana pasado.

Bajas en rindes

Según la Bolsa porteña, el trigo también atraviesa un momento difícil en relación a los rendimientos, que si bien serían altísimos en comparación a los de la campaña anterior, pero que si no reciben humedad se verán afectados a poco de iniciarse la cosecha. “Mantenemos nuestra actual proyección de producción de 12.500.000 toneladas, la cual podría sufrir modificaciones en función de las productividades que se obtengan durante las próximas semanas en el sudeste y sudoeste de Buenos Aires”, destacó.

En el sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de Buenos Aires, en tanto, los excepcionales rindes llegaron con una “disminución de la calidad de los granos”, sostuvo la BCR, que agregó que “los primeros análisis muestran bajos niveles de proteína y pesos hectolítricos muy variables que, en algunos casos, apenas llegan a cubrir los estándares”. Sin embargo, continúa el clima de entusiasmo dadas las buenas ventas q ue el cereal alcanzó esta temporada. Así las cosas, hasta ahora los promedios se ubican en 43 quintales por hectárea, con máximos que llegan a los 70 quintales en el norte bonaerense, la zona más atrasada en las labores de trilla, ya que allí resta levantar el 70% de la superficie.

Maíz y girasol complicados

Los cuadros de maíz temprano reflejaron atrasos en el crecimiento por el déficit hídrico. “Las condiciones de temperaturas más frescas van en favor del desarrollo de la enfermedad de roya que sigue desplegándose”, resaltó la Bolsa rosarina. No obstante, la BCBA indicó que a la fecha el avance de siembra se ubica en el 57,4% de un área estimada en 4.900.000 hectáreas, lo que representa el 27 % más que el total de la campaña pasada y demuestra el contexto de optimismo del sector productivo a partir de la eliminación de impuestos y trabas para exportar. En girasol, se registraron las últimas implantaciones en el sur de Buenos Aires, con lotes en proceso de desarrollo en situación de riesgo en el sudeste a causa de las malas condiciones del suelo.

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