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El CEO de John Deere junto a Macri y Buryaile

09 noviembre de 2016

Ayer al mediodía, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, se reunió con Samuel Romie Allen, CEO global de la empresa productora de maquinaria agrícola John Deere. El encuentro, que se produjo en su despacho de la Casa de Gobierno, contó con la presencia del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y del titular de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, Juan Procaccini, y tuvo como objetivo profundizar la relación comercial con la firma, líder en el segmento a nivel internacional, y que produce en el país desde el año 1958, con una planta de más de sesenta hectáreas en Santa Fe.

Durante la charla, tanto Macri como Buryaile hicieron hincapié en la importancia del sector agroindustrial dentro de la gestión, y recalcaron que las modificaciones macroeconómicas que aplicaron en diciembre ?tales como la quita de retenciones y la eliminación de los cupos para la exportación? ya reflejan buenos resultados, en relación a las liquidaciones por ventas de granos y derivados, que con más de US$ 21.000 millones a esta altura del año lograron superar el total alcanzado en 2015.

En ese sentido, Allen aseguró que tiene “confianza en el potencial del país como proveedor mundial de alimentos” y presentó la visión de la compañía para el futuro del sector agropecuario, el desarrollo de tecnologías e innovaciones agrícolas. “Es un honor conocer personalmente al presidente. Tuvimos la oportunidad de expresarle que continuamos comprometidos con el desarrollo socioeconómico del país”, expresó el ejecutivo. Es que, en la actualidad, John Deere emplea a más de setecientas cincuenta personas en forma directa, y genera cerca de 3.400 empleos indirectos, dado que también cuenta con una red de treinta y ocho concesionarios con más de cien puntos de venta distribuidos por toda la Argentina.

Buenos negocios

El sector de la maquinaria agrícola fue uno de los que más creció este año gracias al incremento en la intención de siembra por parte de los productores. El rubro de las sembradoras encabezó el ranking en mayo, cuando se inició la campaña de trigo, que mostró subas cercanas al 30% en la implantación, a pesar de las inundaciones. Por eso, a Macri le interesa especialmente la inversión de las empresas fabricantes, sobre todo después de que el Indec mostrara que en el segundo trimestre de 2016 alcanzó una facturación de $ 4.281,6 millones, lo que representa un aumento interanual del orden del 76,8%.

Es más, la semana pasada, el Primer Mandatario se mostró en Córdoba en el acto por los quince años de Pauny, una fábrica de tractores ubicada en Las Varillas, y hasta se animó a conducir una unidad. La empresa es un símbolo de la reactivación de la actividad, debido a que se conformó tras la quiebra de la ex Zanello gracias a la fusión de la Cooperativa de Trabajo Metalúrgica Las Varillas y la red de concesionarios y personal jerárquico de la desaparecida firma.

Otra inversión

En este escenario, la fábrica Crucianelli anunció la ampliación y mejoramiento de los procesos productivos de su planta de la localidad santafesina de Armstrong. El proyecto demandará US$ 3 millones y llevará tres años, ya que se incorporarán 5.000 metros cubiertos a la estructura de producción y 2.000 a nuevas oficinas de administración.

“No sólo vamos a sumar más superficie a la fábrica, sino que la obra contempla un rediseño de las líneas de producción para permitir la fabricación eficiente de las sembradoras de nueva generación que incorporamos a nuestra gama de productos”, dijo el presidente de la compañía, Raúl Crucianelli, que se mostró entusiasmado con las nuevas exportaciones que inició a Rusia, Ucrania y países del Mercosur.

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