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Córdoba perdió US$60 M por inundaciones

02 noviembre de 2016

Después de varias semanas de lluvias intensas, la Bolsa de Cereales de Córdoba dio a conocer sus primeras estimaciones acerca de la situación en las zonas agrícolas y aseguró que la provincia ya perdió un total de U$S 60 millones correspondientes a la nueva campaña. El escenario preocupa si se toma en cuenta que el ciclo 2016/17 recién comienza y ya se contabilizaron 59.200 hectáreas - como mínimo - que no se podrán sembrar a causa de la presencia de agua en la superficie de los campos localizados en el este y sur provincial.

“Se supone que en esa área se hubiera implantado el 80% de soja y el 20% de maíz, que es la proporción histórica”, explicó el experto César Alonso, responsable del Departamento de Información Agroeconómica (DIA) de la entidad. Sin embargo, ese número podría incrementarse, ya que la medición se realizó sobre la base de imágenes satelitales correspondientes a septiembre, y el mayor caudal se dio en el último mes.

Además, en las fotos no se observan todavía suelos saturados, que podrían resultar inaccesibles aunque no presenten excesos hídricos a simple vista.

Daños irreversibles

Si bien desde la Bolsa recordaron que la superficie agrícola total de Córdoba es de aproximadamente ocho millones de hectáreas, lo que significaría que el área perdida por las inundaciones representa menos del 1% del total apto para cultivar, entidades del agro siguen el tema con fuerte preocupación.

En ese sentido, la Federación Agraria Argentina relevó una acumulación de 320 milímetros de agua en octubre en la zona de Huinca Renancó, donde las inundaciones pusieron en alerta a los productores por el mal sistema de drenaje. “Como diagnóstico a corto plazo, es decir unos sesenta días, muchos de los lotes afectados no podrán sembrarse en esta campaña”, señaló el titular de la FAA local, Gustavo Veiner, quien sugirió volcarse a los barbechos con coberturas como buena práctica agropecuaria. Aparte de recomendar el uso de árboles ante las excesivas precipitaciones para recuperar suelos degradados, también reclamó “la incorporación de un seguro multiriesgo, y desterrar la ley actual, con la participación del municipio, la provincia y la Nación con un aporte que cubra el 70% y el 30% por quien produce en el establecimiento”.

Buenos Aires y La Pampa, al límite

En General Villegas, la situación es similar o peor: al momento, las zonas inundadas superan el 80% del territorio, por lo que además de la emergencia agropecuaria se declaró la emergencia sanitaria y social. Carlos Tejedor, en tanto, presenta daños en el 50%.

“La situación es muy compleja”, se lamentó el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri. “En las hectáreas afectadas, si el tiempo acompaña, el productor podría optar por una siembra de segunda en diciembre, porque lo que estaba sembrado se perdió en gran cantidad: habrá que buscar soja de segunda o maíz de ciclo corto, que tiene menor rendimiento”, detalló.

La Pampa, por su parte, tiene más de 150.000 hectáreas inundadas, y podrían sumarse otras 200.000, según indicó el ministro provincial de la Producción, Ricardo Moralejo. “El secretario de Agricultura, Ricardo Negri, se comprometió a analizar una ayuda para La Pampa”, adelantó.

En tanto, los dirigentes solicitaron al Banco Provincia y al de La Pampa “que se den nuevos créditos para los productores complicados”, al tiempo que recordaron que actividades como la lechería también registran problemas dada la imposibilidad de transitar por los caminos rurales anegados.

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