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El mercado ve con buenos ojos el cambio a la tasa de pases

25 octubre de 2016

Los mercados miran con buenos ojos la decisión del Banco Central de empezar a usar desde 2017 como referencia la tasa de pases y no la de las Lebacs. Entre otras cosas, aseguran que esto le permitirá a la entidad monitorear más de cerca las variables monetarias y le dará más previsibilidad al sistema financiero.

A través de las operaciones en el “corredor de pases” (con tasas activas y pasivas en cada punta), los bancos y el BCRA se venden títulos o bonos para recomprar luego una cantidad determinada a un precio fijado de antemano en una fecha determinada. Si el Central vende, el pase es pasivo, y si compra es activo, mientras que la diferencia entre el precio de venta y el de recompra en una operación marca las tasas. Desde 2017, la entidad manifestó que su intención es tomar como referencia la tasa situada en el centro de este “corredor” -entre las bandas marcadas por las tasas activas y pasivas- y sacar del centro de la escena a las Lebac.

Hasta que en enero se cambie la referencia, la mesa de operaciones del BCRA aumentará su intervención para reducir el ancho del “corredor”. “Vamos a ir reduciendo la amplitud del corredor de pases, con la idea de bajar las fluctuaciones, reducir la volatilidad y tomar una banda más reducida de tasas”, afirmó el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger.

Beneficios

El principal beneficio de cambiar las tasas de las Lebacs a la de pases, aseguró Sturzenegger, es que una tasa a un plazo más corto como ésta última (que es a siete días, contra 35 la de menor duración de las Lebac) le permitirá al BCRA un monitoreo más constante del mercado. Según dijo, poner el ojo en los pases le dará al Central “mejores referencias diarias sobre las expectativas del mercado”.

En esa misma línea, unos de los directores de la entidad, Demian Reidel, explicó que el establecimiento de “un corredor a ambos lados de la tasa de referencia, con los topes mínimos y máximos entre los cuales se va a mover”, permitirá “manejar más finamente las condiciones de liquidez del sistema financiero”. Con esto, la idea es ir calibrando el mercado todos los días en vez de hacerlo semanalmente con las licitaciones de Lebac, lo cual dará una operatividad más dinámica.

Gracias a este mayor control, el Central podrá incidir en la liquidez de los bancos y, por ende, en las tasas que éstos cobran a sus clientes. Así lo explicó Martín Polo a El Economista: “Si por ejemplo un banco tiene un problema de liquidez para cubrir depósitos que se le fueron, si el BCRA le cobra $ 15 para prestarle él le va a cobrar $ 17 en los préstamos a sus clientes. Por eso, ajustar la tasa de pases hace subir a las demás”. Con este instrumento el Central puede incidir así sobre la política monetaria, ya que “si por ejemplo ve que se acelera la inflación, podría subir el pase activo para hacer que los bancos aumenten las tasas de los plazos fijos y se incrementen los depósitos”.

Una de las tasas que le interesa regular especialmente a la entidad, explicó el analista Federico Furiase (estudio Bein) a El Economista, es la call interbancaria (para préstamos entre bancos): “La idea es usar una tasa -la de pases- que esté más cerca en plazo a la 'call' para poder incidir sobre ella”. De hecho, el propio Sturzenegger aseguró que el objetivo del corredor de pases es “acotar la volatilidad de la tasa call”. La importancia de esta tasa, explicó Furiase, es que “es relevante en la liquidez interbancaria: refleja el costo del dinero y marca el termómetro de la liquidez de corto plazo en el sistema bancario”. En otras palabras, esta sería una de las tasas que más inciden en los intereses que los bancos le aplican a sus clientes.

Previsibilidad y limpieza de stocks

El mercado celebra además que el cambio a la tasa de pases, según Polo, “hará más prolijo el funcionamiento del sistema financiero, como ocurre en otras partes del mundo. Esto que hace hoy el Central de fijar las tasas cada semana (con las Lebacs) en otro lado se hace una vez por mes como mucho”. En ese sentido, explicó que “como la tasa de pases no se mueve continuamente, sino que sus saltos son discretos y anunciados, el cambio al corredor traerá previsibilidad al sistema”.

Por otra parte, otro efecto benéfico del nuevo sistema es que le permitirá al BCRA “limpiar” el gran stock de Lebacs que tiene acumulado. Hasta el propio Sturzenegger reconoció que esto debe corregirse: “(El cambio) permitirá pasar de 36 series de Lebac en circulación a 9, lo que facilitará su negociación en mercados secundarios”. Si bien la entidad no dejará de emitir las Letras más largas, el plan será que empiece a incrementarse el volumen del mercado de “pases”.

El mercado ya venía mirando con preocupación el enorme crecimiento que tuvo el stock de Lebac durante el año, mientras el Central se esforzaba por absorber pesos para controlar la inflación. De hecho, Sturzenegger tuvo que admitir recientemente que el BCRA debió emitir $ 125.000 millones adicionales en Letras para absorber el exceso de liquidez que había generado una compra de dólares para reservas por US$ 7.300 millones.

Más allá de todas estas cuestiones, el sector financiero viene mirando con buenos ojos la gestión del Central y apoya la idea de adoptar los instrumentos y mecanismos que ya fueron usados y probados por los principales bancos centrales del mundo. Y aplauden además que el foco empiece a ponerse ahora en la liquidez de corto plazo.

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