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El Estado redujo su peso en 1,5% del PIB, según Muñoz

31 octubre de 2016

En medio de la acalorada discusión que sigue generando el desempeño fiscal del Gobierno, que en septiembre volvió a arrojar un importante crecimiento del déficit, la consultora Federico Muñoz y Asociados destacó en su último informe que la actual política económica logró reducir el peso del Estado en 1,5% del PIB, de la mano de una reducción de la presión fiscal y del gasto público.

El informe señala que, como muchos economistas critican, el déficit fiscal acumulado para lo que va del 2016 llegó al 4,3% del PIB. Y que eso lejos de significar una reducción gradual tal como la prometida por el Gobierno implicó un leve incremento, ya que el déficit fiscal acumulado a esta misma altura del 2015 había sido de 4,2% del PIB.

Pero lo cierto, sostiene el informe, es que “este leve incremento del desequilibrio enmascara una contracción sensible de ingresos y gasto público. En otros términos, en lo que va de 2016 se ha reducido el peso del Estado federal en la economía en cerca de 1,5% del PIB, una retracción nada despreciable y que es por demás bien venida”.

Menos presión

En ese sentido, el informe de Federico Muñoz y Asociados destaca que esa mejora en el peso del Estado, en un contexto de permanencia o incremento del déficit, se da principalmente de la mano de una menor presión fiscal. “La reducción de la presión tributaria se explica básicamente por la festejada eliminación de las absurdas retenciones a las exportaciones y por el alivio en el Impuesto a las Ganancias”, explica.

Al respecto, el informe se pone crítico al señalar que, en lugar del alivio en el impuesto a las ganancias, lo ideal hubiese sido reducir otros impuestos que también afecten a la competitividad, como los impuestos al cheque y al trabajo.

Reducción del gasto

El informe también señala que esa caída en los ingresos, es decir esa menor presión fiscal, explica la permanencia del déficit a pesar de la caída en el gasto público. De hecho, afirma: “En cuanto a la dinámica del gasto, el grueso de su reducción se explica por la saludable caída del gasto operativo (-0,4 puntos porcentuales) y la menos elogiable reducción del gasto de capital (-0,6 puntos porcentuales)”.

Pero, aunque valora los esfuerzos realizados en un complicado contexto social y político, la consultora de Federico Muñoz no se diferencia del todo de otros analistas que critican fervientemente el desempeño fiscal por las dificultades que tuvo para bajar ciertas transferencias corrientes. “Prácticamente no se han reducido las transferencias corrientes, tanto al sector público (lo que demuestra cuán costosa es para el Fisco la negociación política con los gobernadores) como al sector privado (reflejando el gradualismo en la reducción de los subsidios energéticos y el aumento de los subsidios sociales)”, expresa.

Por ese lado, señala la consultora, hubiese sido preferible una reducción más acelerada de los subsidios y una mayor austeridad. “De todos modos, más allá de estos matices en la evaluación, creemos que la política fiscal es razonable en el actual contexto político y social. En la medida que en 2017 el déficit se embarque en un sendero descendente y que la economía vuelva a crecer, el sector público preservará su solvencia y la política fiscal irá ganando sustentabilidad”, cierra.

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