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“Argentina será estrella a nivel mundial en la campaña 2016/17”

Entrevista a Agustín Tejeda, Economista jefe de la Bolsa de Cereales.

11 octubre de 2016

A poco del inicio de la campaña gruesa 2016/17, los expertos esperan un fuerte crecimiento en maíz, trigo y girasol, los cultivos que resultaron más afectados por las retenciones en los últimos años, y que hoy ya no cuentan con restricciones para la comercialización. Al menos así lo consideró Agustín Tejeda, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que en diálogo con El Economista analizó el escenario que se viene en materia de comercio, proyectó un buen impacto tras el anuncio de Macri de una rebaja gradual en el impuesto a las exportaciones de la soja y aseguró que el país se consolidará como el segundo exportador internacional de maíz, justo después de los Estados Unidos y antes de Brasil.

¿Qué expectativas manejan desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en relación a la campaña 2016/17?

Desde la entidad notamos que se trata de un lanzamiento de campaña muy optimista, con muy buenas expectativas desde el punto de vista de la siembra, de la producción, desde el punto de vista de la tecnología y, por lo tanto, también de nuestra presencia en los mercados internacionales. Así que lo que estamos esperando son incrementos muy grandes en girasol, trigo y maíz con respecto a las últimas cinco campañas y con respecto a lo que se espera que ocurra en el resto de los grandes países productores del mundo. En ese sentido, queremos destacar que Argentina se va a convertir en la estrella, en protagonista indiscutida de la campaña 2016/17 a nivel internacional.

En relación al comercio, ¿notan cambios a partir de las modificaciones macroeconómicas que aplicó el Gobierno Nacional, tales como la eliminación de retenciones y de los cupos de exportación (ROEs)?

Claro que sí. En concreto, lo que estamos esperando es que Argentina se consolide como segundo exportador mundial de maíz, detrás de Estados Unidos y superando a Brasil. Esto ya es un hecho en esta campaña, dado que gracias a la eliminación de las restricciones nuestras exportaciones aumentaron y superamos a Brasil. Pero para el ciclo 2016/17, con el gran incremento que vamos a tener en la producción y el consecuente saldo exportable, esperamos consolidarnos como segundo exportador mundial del cereal. También prevemos hacerlo en muchos otros productos: en aceite y harina de soja somos por lejos el primer exportador mundial y eso se va a mantener el año que viene; en aceite de soja estamos ganando participación por encima de Rusia y Ucrania, dos grandes jugadores que todavía van a continuar como líderes del mercado internacional; y también apuntamos a crecer en trigo, así que el horizonte es prometedor.

Usted mencionó que habrá crecimiento en trigo, sin embargo Brasil anunció hace un tiempo que comenzará a comprar en otros mercados, dada la menor oferta y la baja calidad local. ¿Prevén mayor inversión este año a causa de una mejora en las condiciones?

Sí, por supuesto. Lo que estamos relevando desde la Bolsa de Cereales es un cambio que se verá al pasar de ser un trigo de cobertura a un trigo de calidad para la campaña 2016/17. Lo que estamos viendo en los primeros indicadores es que el productor está invirtiendo en tecnología y en mayor calidad. El mercado triguero de Brasil para la Argentina es muy importante, es un mercado que de alguna manera se ha descuidado en los últimos años, y por eso Brasil ha tomado algunas medidas como disminuir el arancel externo común y salir a comprar el cereal en otras latitudes. Estoy seguro de que eso se va a revertir en esta campaña y en las que vienen. Creo que estamos en condiciones de ser el proveedor histórico de Brasil, el abastecedor del 80% de las necesidades de consumo de Brasil para la próxima campaña y para las que vengan.

¿Cómo impactó el anuncio de una rebaja gradual del 0,5% en las retenciones a la soja, luego de que el sector esperara un recorte del 5% tal como se había prometido en la campaña electoral?

Creemos que el buen camino del sector agropecuario no va a cambiar por los anuncios del Gobierno, ya que éstos han sido tomados, de alguna manera, con optimismo respecto de lo que pueda llegar a venir. Reconocemos la situación por la que está atravesando el país, y me parece que algunas de las medidas atienden también a esas preocupaciones, sobre todo pensando en los productores del interior y en los más alejados de los puertos, que son los que obtienen los mayores descuentos por los problemas de logística y de infraestructura que tiene nuestro país. Por lo tanto, desde la Bolsa de Cereales esperamos que la actividad siga demostrando que cuando hay nuevos incentivos se lanza a invertir, a producir más, a incorporar más tecnología, a exportar más y a conquistar cada vez más mercados. No hay que dejar a un lado que el productor y las exportaciones en la Argentina se enfrentan todavía a una serie de desincentivos, a un esquema que disminuye sus ingresos como consecuencias de las políticas. Eso al día de hoy ha cambiado, dado que los desincentivos son mucho menores, sin embargo todavía existen y ya el sector ha demostrado que puede responder y que está a la altura de las circunstancias. Si eso continúa, como ha pasado con el anuncio del Gobierno, y comenzamos con políticas que nos acerquen a las señales del mercado internacional, considero que es muy prometedor lo que nos espera.

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