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“La estabilidad puede reducir diez puntos la tasa de pobreza”

“Primero hay que actuar sobre la pobreza macro y después ir a fondo contra la estructural”, dijo el titular del BNA.

30 septiembre de 2016

El presidente del Banco Nación Argentina (BNA), Carlos Melconian, quizás como nunca antes desde que asumió su cargo, se metió de lleno en la coyuntura y ofreció su visión sobre el estado de la economía. Dijo que el desafío que enfrenta el Gobierno es bajar el déficit fiscal, estimó que en 2017 “hay chances de reactivación con menos inflación que en 2016” y que la estabilización de la economía podría reducir la tasa de pobreza de 32,2% en 10 puntos.

“El desafío no es sólo que hay que bajar el déficit fiscal, es que hay que bajarlo con récord de gasto público. Hay un conjunto de gastos inflexibles a la baja y es muy complicado”, dijo Melconian en el marco de la Conferencia Anual de Fiel.

El banquero hizo un repaso de la situación económica tras los primeros nueve meses de gestión de Mauricio Macri y proyectó los desafíos para el próximo período. Dijo que la toma de deuda pública “ayuda siempre y cuando digamos que estamos financiando la transición” y recordó que “la única experiencia pública de endeudarse en dólares para financiar gasto primario en Argentina fue a finales de los '70”.

Acerca de la inflación, Melconian señaló que “es más difícil bajarla gradual y consistentemente cuando convive con déficit fiscal alto”. Además, afirmó que “es más fácil bajar la tasa de inflación de 1.000% a 30%, que de 30% al dígito” y proyectó que “en 2017 hay chances de reactivación con menos inflación que 2016”. Aventuró que el 2017 “debería ser la consolidación del presidente Mauricio Macri y del proyecto”.

“Tengo mucha esperanza porque, cada vez que voy al exterior, es muy reconocido en el mundo el giro que ha dado el Presidente. Eso deja mucho catch up para la inversión”, aseguró. Dijo que la llegada de inversiones “tarda, y es verdad”. Señaló que “la obra pública no debe ser el elemento para reactivar el trabajo: la obra pública es para mejorar competitividad pero el motor de la economía es la inversión privaequivada. La obra pública debe ser planificada en torno a un objetivo competitivo, no porque pongo la plata ahí, y entonces hay plata, y la gente gasta”.

Hacia el final, Melconian se refirió a la cuestión del mercado de trabajo. “Desde hace décadas que Argentina no tiene una tasa de desempleo genuina baja. O sea, alta tasa de actividad, alta tasa de empleo privado, desempleo en un dígito”, señaló y dijo que durante el Gobierno anterior el nivel de empleo se sostuvo “con 1.000.000 de puestos de empleo público”.

Por otra parte, valoró que “estamos frente a una experiencia de cambio flotante y es bueno, así, cuando los precios tengan que subir o bajar, lo hará uno y no 400%” y observó que “el tipo de cambio libre y además competitivo no puede estar basado en dolarización de portafolio: un país que no tiene moneda y que la gente ahorra en dólares no es negocio”.

Se refirió, además, a la oferta de crédito y dijo que “si hablamos de tener una economía con crédito, acá tenemos un problema. Desde Banco Nación somos conscientes de que, con el banco, estamos tirando la primera piedra con el crédito hipotecario y para pymes, pero después, cómo se desarrolle la oferta, depende de cómo continúe la macroeconomía”.

Agregó que Argentina se caracterizó en los últimos años por una secuencia de “recesiones fuertes y reactivaciones fugaces” y, por ende, es complicado “proyectar en el país, porque uno no sabe si se prepara para el 8% o para el -4%” con respecto a la variación del PIB. Por eso, otro desafío es “eludir el serrucho del nivel de actividad”.

Asimismo, se mostró crítico con la gestión anterior. “En la década pasada se perdió la oportunidad” de generar crecimiento sostenible porque “se dilapidaron la plata”, consideró. Por último, se refirió a la cifra de pobreza que se dio a conocer el miércoles (32,2%) y aseguró que “tenemos 10 puntos por delante para bajar la pobreza sólo por estabilidad: la baja de la tasa de inflación y estabilidad favorece al pobre y puede reducir la pobreza por lo menos 10 puntos”. En el camino hacia pobreza cero, dijo, “primero hay que actuar rápido sobre la pobreza macro y después ir a fondo contra la pobreza estructural”.

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