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Blanqueo aportará casi US$ 4.000 M para el Tesoro

21 septiembre de 2016

por Leandro Gabin

La visión oficial con respecto a lo que pasará con el sinceramiento fiscal no cambió. A pesar de que varios funcionarios salieron a ventilar cuestiones operativas y roces con los bancos, la estrategia vendría a mostrar supuestos culpables por la frialdad con la que comenzó el proceso.

Pero más allá de esos fuegos de artificio, en los pasillos oficiales mantienen el pronóstico optimista con el que arrancaron. Se afirma que “probablemente” la AFIP pueda recaudar entre US$ 3.000 millones y US$ 4.000 millones por el blanqueo, lo que ayudará a reducir el rojo fiscal del año próximo (estimado oficialmente en 4,2% del PIB)

De ese “estimado” surge el real número que tiene en mente el equipo económico que ingresará al plan de sinceramiento fiscal. No serán los US$ 20.000 millones que mantienen on the record sino el doble. Los US$ 40.000 millones que “deberían entrar” hasta el último plazo del año próximo resultarían un éxito para el Gobierno.

La aspiración es que tenga un resultado similar al caso de Chile, que hizo una operatoria similar el año pasado. Ingresaron a la repatriación de capitales unos US$ 19.000 millones, pero aumentó su recaudación por ese blanqueo en US$ 1.500 millones. De otra manera, recaudó doce veces más de lo que estimaba el Gobierno chileno por este blanqueo y eso ayudó a apuntalar las arcas públicas. El impuesto en el caso chileno era de 8% contra 10% que cobrará Alberto Abad ahora.

Para la visión del equipo económico está claro que “ya hay varios bancos del exterior que están pidiendo a sus clientes que comprueben que sus activos en el exterior fueron declarados en el país de residencia”. La lógica es que “tarde o temprano” van a decidir entrar. “Creemos que es una oportunidad única. Ahora pueden entrar y salvarse de la cacería de brujas que será el año que viene cuando entre en vigencia el intercambio automático de información tributaria auspiciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)”, recuerda un funcionario, sin decir que países clave como EE.UU. (el destino predilecto del dinero no declarado por los argentinos) no participan de ese tratado.

Sea como fuese, los cálculos del mercado concuerdan con las estimaciones que hacen en el Gobierno. De hecho, trascendió un paper de un importante banco de Estados Unidos que detalla cómo sería el desagregado de ese ingreso de fondos para el blanqueo local. De los US$ 40.000 millones que entrarán, dicen, “en la calle” se piensa que el 55% (o sea US$ 22.000 millones) entrarán cash pagando la penalidad del 10%. Otro 10% imaginan que entrarán comprando los Bonar y Global 17, que serían US$ 4.000 millones (acá también corre la penalidad).

La opción de los bonos acapararía resultados dispares. También según el paper del banco americano, sólo el 3% del total ingresaría con el bono a tres años que ofrece el Gobierno, lo que en dinero contante y sonante representa US$ 1.200 millones. El bono a siete años (denominado bono mágico), la otra opción para los que buscan evitar la penalidad, acapararía US$ 6.800 millones, lo que equivale al 17% de todo lo que captaría el blanqueo. Finalmente, el restante 15% de los US$ 40.000 millones que atraparía el blanqueo vendría vía los fondos comunes (también se les perdona el impuesto).

La meta sería bajar el déficit fiscal 0,4% del PIB con lo que se recauda por el sinceramiento. No vendría mal en lo económico pero aportaría más como señal, algo que en el Gobierno miran y mucho. Se calcula que hay unos US$ 300.000 millones de argentinos en el exterior sin declarar, y si una parte ingresara al plan oficial sería un guiño de confianza hacia la Administración macrista. Por ahora, sólo resta esperar y que el Gobierno y el mercado no hayan hecho mal las cuentas.

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