Caída de ventas en torno al 10%, retroceso en los niveles de empleo del 2%, pérdida generalizada de rentabilidad y panorama cauteloso a nivel de inversiones, por citar algunas de las principales variables analizadas, resumen el ánimo de las pequeñas y medianas empresas (pymes) manufactureras al cabo del segundo trimestre. Estos son algunos de los resultados a que arriba un relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), para la que se encuestó a 423 pequeñas y medianas empresas industriales de todo el país, durante julio.
Así, se entiende que tras un primer trimestre con números negativos respecto del último segmento de 2015, y un retroceso de estas variables durante el período abril-junio, casi cuatro de cada diez empresarios pyme esperen un incremento de sus ventas al mercado interno para el trimestre en curso, sólo tres de cada diez tengan previsto realizar nuevas inversiones y 64% espere que la rentabilidad de su empresa mejore el próximo año.
Para los empresarios pyme, el “aumento de costos salariales” (74%) la “caída de ventas” (73%) y el “atraso en los pagos de los clientes” (71%), son los principales problemas que enfrentan hoy las pymes del sector industrial, a lo que puede agregarse el “aumento de los costos de las materias primas” (63%) y bastante más atrás, las “dificultades de financiamiento” (36%).
En ese contexto, es llamativo que reine cierto optimismo sobre el sendero que seguirá la macroeconomía nacional en los próximos meses. Esto se traduce en una percepción de incremento en las ventas, exportaciones e inversiones, aunque en promedio prevén menos horas trabajadas y una reducción en la plantilla de empleados.
“En el segundo trimestre de 2016 (con respecto al primero) se ha registrado una reducción en las cantidades vendidas, así como una moderada caída en el nivel de ocupación”, señala el informe de FOP. El dato duro dice que en términos interanuales, las cantidades vendidas registraron una baja significativa en el segundo trimestre, cayendo 9,3% promedio. La cantidad de empleados ocupados es una variable que ha sufrido menos (-1,8% en el segundo trimestre respecto del primero).
No obstante, hay que subrayar que el mayor retroceso en cuanto a ventas lo tuvieron las empresas pequeñas (de 10 a 50 empleados) que exhibieron una caída del 12,1%. Para el caso de las empresas medianas (51 a 200 empleados) el nivel de actividad se contrajo pero en un 5,7%. “Continúa siendo evidente la asimetría productiva de acuerdo al tamaño de empresa en el universo pyme”, apunta el documento.
Hay, sin embargo, otras cuestiones que preocupan a los empresarios industriales pyme. En primer lugar el aumento de los costos salariales y el retraso en los plazos de pago por parte de los clientes, que termina por afectar a toda la cadena de pagos. Como es de suponer, en este escenario las pequeñas ymedianas empresas vieron reducirse sus márgenes de rentabilidad, modificando en muchos casos los planes de inversión, así como proyecciones de producción y ventas.
“El 70% de las firmas sufrió una disminución de su rentabilidad en el segundo trimestre de 2016. En promedio, los empresarios informan que el nivel de rentabilidad cayó un 6,1% respecto del primer trimestre”, destaca el relevamiento de FOP.
Estamos mal pero vamos bien, parecen decir los empresarios pyme consultados. Según el Índice de Confianza Empresaria Pyme, continúa en picada la percepción respecto de la coyuntura, pero mejora la confianza en el futuro. “Si bien el desempeño actual del segmento ha empeorado durante el último año, los empresarios se mantienen muy optimistas de cara al futuro”, enfatiza el relevamiento.
La clave para comprender esta aparente contradicción está en la confianza en que la macroeconomía mejorará. Al respecto, FOP añade que “aumentó muy levemente la proporción de industriales pyme que considera que el actual es un buen momento para invertir en maquinaria y equipo”.
