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Alimentarias piden mejorar la competitividad

Copal demanda medidas puntuales en materia de relacionamiento comercial, en costos laborales y logísticos.

08 agosto de 2016

Empresarios de la industria de alimentos y bebidas apoyan en general las medidas tomadas por el Gobierno Nacional de cara a impulsar la actividad en el sector productivo, pero exigen la implementación de reformas de segunda generación que permitan ganar competitividad, a partir de una bajar en los costos de producción, logísticos y laborales.

En un encuentro del Comité Ejecutivo de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) con el secretario de Comercio, Miguel Braun, el titular de la gremial empresaria, Daniel Funes de Rioja, consideró positivas las medidas tomadas por el Ejecutivo en materia comercial pero al respecto, subrayó que “ahora es el tiempo de las reformas que permitan mejorar la competitividad” del sector, y especialmente las que puedan beneficiar a las economías regionales y pymes. La reunión con el secretario de Comercio tuvo como objetivo analizar la actualidad y el futuro del sector en el nuevo escenario de negociaciones comerciales que está intentando avanzar nuestro país.

Funes de Rioja señaló, además, que “no hay duda que el empleo y la inversión aumentarán cuando a las empresas les vaya bien y, de esa forma, podremos luchar contra la pobreza”. Con un ojo puesto en las negociaciones comerciales que podrían contribuir a la apertura de nuevos mercados, se ana Alimentarias

lizaron el pasado anuncio de apertura del Acuerdo de Complementación Económica ACE 6 con México y el acuerdo de facilitación del comercio con Brasil, que recientemente reunió a los ministros de Producción de los dos países. Otro de los puntos tratados fue el avance logrado tras el intercambio de ofertas entre el Mercosur y la Unión Europea.

Opciones sobre la mesa

Desde Copal consideran como “fundamentales” que las medidas adoptadas por el Ejecutivo en estos meses de gestión, como la unificación del tipo de cambio y la salida del cepo, la resolución de la situación de default de la deuda pública después de catorce años, la eliminación de los derechos de exportación (retenciones) y la normalización de los plazos para la liquidación de divisas de exportación.

Pese a ello, la entidad aclaró que aún resulta necesario abordar los ejes para una agenda sectorial con reformas de segunda generación para que la industria de alimentos y bebidas re cupere competitividad. Según fuentes de Copal algunas de las medidas en estudio fueron la apertura de mesas de inteligencia comercial para impulsar a las negociaciones comerciales en curso y que consideren la participación de representantes del sector privado.

Por otra parte, en cuanto al comercio exterior se evaluaron los costos laborales, la cuestión energética, los costos logísticos y de transporte, así como muchas de las dificultades regulatorias que atentan contra la productividad de los sectores y la gestión del comercio. En este punto, se presentaron algunos ejemplos que están alineados con el Plan Productivo Nacional, propuestas concretas para la desburocratización de trámites, mejoras en los tiempos y disminución de la carga administrativa.

A nivel estadístico, entre enero y mayo de 2016, el índice de producción (en volumen) de la industria de alimentos y bebidas registró una variación del 3,6% respecto del mismo período del año anterior, sin embargo, hay que aclarar que el sector aceites tiene una gran incidencia en los números finales. Si se deja de lado el subsector aceites, el indicador muestra una caída del 5,4%. En cuanto a las exportaciones de las economías regionales, entre enero y abril exhibieron una caída respecto del mismo período de 2015 y sólo hubo un cambio de signo en abril y mayo de 2016.

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