Barack Obama se sumó a la campaña de Hillary Clinton. Con casi 50% de aprobación para su gestión, el Presidente es un activo para cualquier candidato. Ya hicieron el primer acto juntos y habrá más. No ha sido habitual que un Presidente respalde con tanto énfasis al ca.ndidato de su partido a sucederlo. Algunas veces, porque su impopularidad llevaba a que se lo quiere tener lejos. Ese fue el caso de John McCain con George W. Bush en 2008. Pero hubo casos, en los que aun siendo muy popular el Presidente, el candidato de su partido tomó distancia para construir su propia identidad política. Fueron los casos de George Bush frente a Ronald Reagan y de Al Gore con relación a Bill Clinton.
Pero Hillary ya tiene un perfil político definido y por lo tanto puede beneficiarse de la popularidad de Obama sin aparecer como una figura que está a su sombra. Pero no es sólo rédito para Hillary. Para Obama también sería un triunfo que gane las elecciones alguien que reivindique sus políticas y asegure continuarlas. Sería un reconocimiento a su gestión por alguien que fue su colega en el Senado, adversaria en las primarias de 2008 y posteriormente su secretaria de Estado en su primer mandato.
Obama, por otra parte, se siente muy cómodo haciendo campaña contra Donald Trump. Son figuras completamente opuestas. Mientras el Presidente es la expresión de la tolerancia racial que se consolidó en los últimos en Estados Unidos, Trump roza constantemente el racismo en sus discursos. Contribuir a derrotar a quien lo criticó constantemente, es una satisfacción que Obama quiere darse antes dedejar la Presidencia.
Todo lo contrario ocurre en el campo republicano en el cual pocas de sus figuras más notables en el Congreso quieren hacer campaña con Trump. El martes el director del FBI recomendar no hacerle cargos a Hillary Clinton por el manejo que realizó de mails clasificados cuando se desempeñó como secretaria de Estado. Pero al mismo tiempo sostuvo que su conducata había sido “extremadamente descuidada”. Una definición que según los analistas políticos podía haber sido usada por los republicanos para atacar a la candidata demócrata. Pero hasta aywr muy pocos lo habían hecho.
