Finalmente, Darío Lopérfido debió renunciar al cargo de ministro de Cultura de la Ciudad. Muy a su pesar. Desmintiendo hasta último momento su desplazamiento. Evidentemente desgastado, y ya sin respaldos en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Sus dichos sobre el número de desaparecidos que tuvo el país durante la última dictadura militar y una serie de declaraciones respecto de artistas ligados al kirchnerismo habían abierto más de un frente de discusiones, polémicas y enfrentamientos. Con algunos escraches incluidos, en eventos organizados por su propio Ministerio. Y con una serie de protestas organizadas por artistas e intelectuales que cuestionaban desde hacía meses su permanencia.
Esa situación era un inconveniente para Rodríguez Larreta. De ahí que ya hace semanas se viniese hablando de la posibilidad de la renuncia. En buenos términos. Con la correspondiente desmentida del funcionario. Hasta ayer a la tarde, cuando se concretó su desplazamiento, sin que se supiera, hasta el cierre de la edición de hoy de El Economista, quién sería su reemplazante. Aunque circulaba, como rumor, el nombre de Jorge Telerman, a cargo del complejo de teatros públicos dependientes de la Ciudad, la designación se haría en los próximos días. Lopérfido, en tanto, seguirá al frente de la dirección artística del Teatro Colón.
En el texto de prensa que confirmó su desplazamiento, se habla de renuncia, presentada “poco antes de las 14, al jefe de Gabinete, Felipe Miguel”. “Coincidimos con Darío en que era mejor que se concentre en la dirección artística del Teatro Colón, trabajando con la directora general, María Victoria Alcaraz”, expresó a su vez Rodríguez Larreta, citado por el mismo parte de prensa. “En los próximos días anunciaremos al nuevo ministro de Cultura”, agregó. En adelante, “se dedicará a tiempo completo a la dirección artística del Teatro Colón y a la presidencia de Opera Latinoamérica (OLA), una organización que agrupa a teatros de ópera en América Latina y tiene como objetivos el intercambio de información, la promoción y educación de los nuevos talentos artísticos del continente, así como la realización de cursos, talleres y master clases enfocados en el desarrollo integral de los artistas”.
Una solicitada, con más de 7.200 firmas de artistas e intelectuales del país y del exterior, hacía fuerza desde hace días para que este paso se concretase.
