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Las ventas a Brasil cayeron 24% en el primer semestre

El comercio bilateral apenas llegó a US$ 10.757 millones en la primera mitad del año.

05 julio de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

Los datos oficiales publicados por Brasil acerca de la relación comercial bilateral con Argentina muestran lo cuesta arriba que fue para el país, durante el primer semestre, no sólo obtener las divisas que tanta falta le hacían a la economía sino también, a nivel productivo, acceder a un mercado que llegó a ser, en épocas de vacas gordas y vientos de cola, mucho más benévolo, traccionando el crecimiento local.

Los números

Pero, tal como analiza un informe publicado por Abeceb ayer en base a esos datos oficiales, sin dudas la dura recesión que atraviesa aquel país se hizo notar, y a lo grande, de este lado de la frontera. El comercio exterior entre ambos países cayó durante los primeros seis meses del 2016 y totalizó US$ 10.757 millones, 10,6% menos que el mismo semestre del 2015. Un dato destacable es que si bien ya el año pasado se había registrado una caída del 16,7% (y también en el 2014 una del 20,2%)) de la relación bilateral, en esos dos últimos años la explicación, tal como explica el informe de Abeceb, se había encontrado en la caída de las importaciones que Argentina traía de su país vecino, producto de las políticas del Gobierno anterior para sostener y postergar la crisis de divisas que lo acechaba. En este caso, por el contrario, la explicación se encuentra en la notable caída de las exportaciones, que por supuesto también venía ocurriendo en ejercicios anteriores, pero que en este caso fueron por demás notables: presentaron un desplome del 23,9%. El total acumulado de esta caída, si se contabiliza a partir del 2013, es un dato igual de duro: cayeron a la mitad. Así, el escenario brasileño es cada vez más protagonista dentro de los desafíos que enfrenta el Gobierno de Cambiemos. A la espera de que la situación se revierta, por ahora la caída de las compras brasileñas al resto del mundo fue del 28,9% interanual. Por su parte, las importaciones argentinas provenientes de su tradicional socio comercial crecieron 0,8% en el último año. De todo este panorama ya de por sí complicado se desprende un crecimiento sostenido del déficit comercial con el país vecino, que ya era importante pero que durante el primer semestre creció 2,5 veces (US$ 923 millones en 2015 versus US$ 2.305 millones en 2016)

Lo que viene

Buena parte de estos resultados acumulados durante el primer semestre se dieron en el marco de una incipiente y leve recuperación de la actividad en Brasil, según los datos oficiales que publicó su Banco Central. A la vez, tal como sugiere el panorama descripto, de la mano de una caída muy importante de sus compras al exterior, sus cuentas externas empezaron a mostrar los mejores resultados de la última década. Algunos especialistas comienzan a ver una posible luz al final del túnel de la recesión en aquel país. Así fue como también la paridad cambiaria con Brasil mejoró 20% en junio, de la mano de dos fenómenos combinados: por un lado, la depreciación del peso frente al dólar, en línea con la política de tasas de interés del BCRA y de la tendencia a la salida de capitales desencadenada del Brexit y, por otro, la apreciación brasileña de cara a la mencionada e incipiente recuperación de su economía. Ese potencial rebote beneficiaría a Argentina de una manera difícil de dimensionar, ya que el desplome en la producción de sectores como el automotriz y autopartista se viene haciendo notar muy fuerte en la actividad. Pero lo cierto es que todo esto, que puede ser muy alentador a futuro, aun no se vio reflejado en la balanza comercial bilateral. En junio, con ese escenario comenzando a aparecer, se vio una caída interanual del 25,2% de las exportaciones a Brasil, lo que puso a Argentina en el último puesto dentro de sus proveedores a nivel global. A esta caída la siguieron traccionando los sectores automotor y autopartista y también perfumería e insecticidas. El resultado fue un saldo bilateral negativo para la Argentina de US$ 433 millones, lo que duplica al saldo negativo del mismo mes del 2015.

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