Dirigentes de las tres vertientes de la CGT evalúan la posibilidad de solicitar la reapertura de las paritarias ante la erosión del poder adquisitivo de los trabajadores generada por la inflación, que según el propio Gobierno podría alcanzar el 42% anual, unos 10 puntos por encima del promedio de aumentos salariales acordados en las negociaciones de este año.
El tema fue analizado durante un almuerzo realizado esta semana en la sede del sindicato de los gastronómicos, pero no fue oficializada por ninguno de los dirigentes. De hecho, el dirigente panadero Abel Frutos, de la CGT moyanista, señaló que continuarán “monitoreando la evolución de la economía antes de tomar una decisión”.
“Estamos preocupados porque el Gobierno reconoció que la inflación ya es del 42%, algo que nosotros habíamos avisado meses atrás. Con esas cifras los acuerdos salariales quedaron muy abajo y es notoria la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores”, planteó Frutos en declaraciones a NA.
Durante la reunión realizada el lunes pasado ?en la que estuvieron presentes Luis Barrionuevo, Hugo Moyano, José Luis Lingeri, Carlos West Ocampo, Gerardo Martínez y Juan Carlos Schmid, entre otros? los dirigentes comenzaron a consensuar un documento conjunto en el que manifestarán sus preocupaciones sobre el escenario actual del país y que podría ser difundido en estos días.
Algunos señalan que la posibilidad de que los dirigentes sindicales escalen en el tono de sus críticas al Gobierno y soliciten la reanudación de las siempre conflictivas negociaciones paritarias tiene que ver con un malestar de la CGT frente al incumplimiento de los acuerdos pactados con la administración macrista. Fundamentalmente, los sindicalistas continúan esperando la llegada de los fondos para las obras sociales prometidos por el Gobierno en diciembre pasado a cambio de un clima de tranquilidad social durante la tapa inicial de la gestión.
El monto prometido superaría los $2.700 M, y debería ser motorizado desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), a cargo de Luis Scervino, ex director médico de la obra social del gremio de Obras Sanitarias, que conduce Lingeri. Además del presupuesto anual de $7.000 M de la SSS, el funcionario señaló meses atrás que tenía resuelto ampliar esa distribución en $2.700 M con el excedente del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que en los últimos años fue racionado por la gestión kirchnerista en función de su relación fluctuante con los gremios.
Bancarios
Los trabajadores bancarios de todo el país advirtieron que reclamarán “la reapertura de las negociaciones paritarias para el caso que la inflación supere el acuerdo salarial suscripto”, impulsarán alianzas estratégicas con gremios y movimientos sociopolíticos “en rechazo del ajuste” y realizarán todos “los esfuerzos que coadyuven a la unidad del movimiento obrero”.
El gremio, que este año alcanzó uno de los tres mejores acuerdos paritarios (35% en un tramo) y cuenta con uno de los salarios iniciales más altos, dejó asentada su decisión durante la clausura del congreso bancario, realizado la semana pasada, que contó con la presencia de los principales dirigentes sindicales del país.
