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“Fui víctima de una operación política”

Entrevista a Lucila Crexell, Senadora por Neuquén del MPN.

07 julio de 2016

La senadora nacional por Neuquén, Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino (MPN) se plantó ante las acusaciones de su compañero de bloque, el sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, y del gobernador de suprovincia, Omar Gutiérrez. Al pedido de renuncia por parte del gobierno le respondió con más críticas a ambos.

¿Son días difíciles?

No, se puede decir que fue una gran semana. Finalmente, el resultado para mí es un saldo positivo. Pude mantenerme firme en la misma posición que mantuve desde un primer momento, que es tener una voz disidente dentro de una estructura partidaria y poder advertir que hay cosas necesarias de explicación. No podemos ser soberbios y sordos, y no escuchar cuando vemos que no se dan los resultados que la gente espera.

¿Cuándo comenzó la disidencia con Pereyra y Gutiérrez?

Pereyra se enrola en la discordia esta semana, con una actitud de revelar una supuesta calificación sobre el gobernador en una conversación privada. Mi diferencia con la linea azul viene de hace mucho tiempo y porque creo que la gestión debería tener otra modalidad. Neuquén se ha concentrado mucho en la industria petrolera y a desatendido las economías regionales, ha faltado infraestructura. Nos debemos una discusión de fondo de qué provincia queremos y planificar políticas públicas para alcanzarlas. Mis diferencias con Gutiérrez son la falta de diálogo, porque él es una persona muy difícil de establecer canales de dialogo y generar una agenda de trabajo. Hace tres meses que es imposible hablar con el. Siempre voto pensando en los intereses de mi provincia y de la Nación pero tengo límites morales.

Te acusaron de votar en contra de la superley y de no dar fundamentos.

Fue una operación política. Tengo disidencias con Gutiérrez, el no me llama directamente a mi, lo llama a Pereyra y yo no soy obediente a Pereyra estoy en los antípodas de su pensamiento más allá de que en la campaña pensamos que dentro de la disidencias se podría construir un espacio genuino. La verdad es que sigo en el mismo lugar y el va y viene todo el tiempo, tiene una trayectoria zigzagueante. Voté en contra de la superley en general, pero en particular voté a favor del acuerdo con las provincias, y a partir de un error, me acusaron de estar “en contra de Neuquén”, hicieron una operación desde Casa de Gobierno, mandaron a todos los intendentes a firmar una solicitada en mi contra que parte de una base errónea. Por supuesto salí a responder desacreditando con mi opinión y la verdad es que esos mecanismos son repudiables, exponiéndome a mi al escarnio público y exponiendo a los intendentes de quedar mal parado sin ni si quiera darle la opción de no acompañar. Repudio estos vicios que tenemos los partidos, y estoy tratando de cambiar en la práctica, que es mezclar gobiernos con partidos. El gobierno tiene que estar aséptico del partido y el partido debe abstenerse de la discusión partidaria y la militancia, y no usar el estado para hacer política partidaria. Acá mezclaron todo, han hecho una solicitada de un tinte político pero desde un lugar institucional, no se sabe de dónde salieron los fondos para pagarla y fue comandada por la Casa de Gobierno. Respondí firmemente lo que a mí me parece un error y defendí mi posición de independencia de pensamiento y de libertad de expresión. Luego me respondió el bloque de diputados con errores muy graves donde no distinguen la independencia de los poderes y parecen como una legislatura obsecuente del poder ejecutivo. Es muy grave porque justamente la legislatura es un orden de control de Poder Ejecutivo. Citan mal los dichos de mi abuelo, que fue orgánico pero nunca verticalista.

¿Cómo queda parada políticamente ante esta situación?

Como una voz disidente dentro del partido. Hay mucha gente que piensa como yo pero lamentablemente no tiene la libertad para decirlo. Siento esa libertad por que no pienso estar renovando cargos y transando mis ideas y criterios para estar en un cargo público. Voy a sostener una idea, creo que hay que revisar la forma de gobernar, hay que profesionalizar la administración publica y hay que sanear las instituciones. El gobernador tendrá que levantar el teléfono y llamarme para dialogar pero claramente no estamos en la misma linea partidaria.

¿Qué relación tiene con el Gobierno Nacional?

Una relación de respeto e institucionalidad pero no de obsecuencia. Dialogo pero con los límites como los que puse en la ley ómnibus. Creo en una política constructiva, hay que mantener la independencia de nuestro partido y no quiero que se desdibuje esa impronta federal del MPN. Las provincias tienen que recuperar la libertad de diseñar la infraestructura dentro de las provincias mismas.

¿Hay un gobierno más federal?

Desde el discurso aparece una vocación de diálogo más federal, desde la práctica está por verse. La discusión por la coparticipación federal no se está dando, el acuerdo que se votó el otro día es una distracción para no encarar de fondo el tema.

¿Qué balance realiza del Gobierno de Mauricio Macri?

Creo que se han tomado medidas muy duras, pero necesarias. La normalización de la economía era una medida necesaria, lo que hace al cuadro tarifario podría haber sido gradual o que no impacte tan fuertemente en los sectores vulnerables. Este país necesita una verdadera reforma tributaria y repensar el tema energético. Hay una falta de infraestructura muy grande y hay que encarar la construcción y generación de más fuentes de energías, creo que las renovables van a tener un protagonismo. Se va a necesitar un tiempo para que se den los resultados, soy optimista y voy a acompañar todas las medidas que crea necesarias para fortalecer el crecimiento del país, pero voy a poner límites en lo que atente contra Argentina.

¿Qué opinión tiene del funcionamiento legislativo en este primer semestre y la falta de modificaciones en la cámara revisora?

Esto es histórico. Hay una fecha clave que es la 125 (conflicto con el campo) que desde ahí nunca más se bajó al recinto sin saber si se contaba con los votos. Y a lo que hace con la revisión, lamentablemente se ha perdido la esencia de lo que es en el poder legislativo la cámara revisora. Son prácticas políticas que vienen del acuerdo. En el recinto hoy hay monólogos, no debates.

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