En el marco de una asamblea extraordinaria que se realizó ayer en Sunchales, Santa Fe, SanCor finalmente aprobó avanzar en una alianza con la aceitera Vicentín Family Group, a la cual decidió venderle su línea de yogures, flanes y postres por US$ 100 millones. Según pudo averiguar El Economista, para concretar la compra la exportadora de granos obtuvo un préstamo de un fondo de Buenos Aires Factoring, que actuaba como financista de las operaciones de la cooperativa con Venezuela, un negocio clave en lo que significó la crisis de la firma láctea, que perdió más de $ 1.500 por los atrasos en los pagos del país presidido por Maduro.
Con setenta y siete votos a favor y cuarenta y cuatro en contra, a partir de ahora SanCor sólo se dedicará a la provisión de materia prima lechera, lo cual implica la comercialización, venta, distribución, almacenamiento y logística. Por su parte, Vicentín tomará posesión del 90% de las acciones de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) ? creada recientemente para llevar adelante la negociación ? entre las que se incluyen activos tangibles e intangibles del segmento de productos frescos, tales como las unidades operacionales industriales de la provincia de Córdoba y la bonaerense de Arenaza, al igual que las fórmulas y marcas de productos elaborados en esas instalaciones, como Shimy, Yogs, Sublime, Flan Casero y Primeros Sabores. Así las cosas, lo cierto es que de ahora en adelante la aceitera deberá contratar unos quinientos empleados más vinculados al sector y permitirle a lechera la oportunidad de volver a comprar el 39% de ARSA.
“Con esta aprobación, se avanzará en la discusión de los contratos pertinentes que establecerán las relaciones entre las partes”, explicó la cooperativa en un comunicado, al tiempo que aclaró que su intención es “avanzar en el fortalecimiento de las líneas de negocios en las cuales tiene destacada participación, tales como quesos en todas sus variedades y presentaciones, leches fluidas y en polvo, dulce de leche, manteca, fórmulas infantiles y otros”.
Noticia clave
El acuerdo es fundamental si se toma en cuenta que SanCor cuenta con un establecimiento compuesto por quince plantas de producción, tres centros de distribución y 5.000 empleados en relación de dependencia que realizaron una gran cantidad de protestas a causa de algunas suspensiones y ofrecimientos de retiros voluntarios. Con serios problemas de estructuración que reconoció a principios de año, la compañía pasó de perder $95,8 millones en el primer trimestre de 2014 a $367,2 millones en 2015. La crisis se enmarca en un momento complicado para el sector a nivel mundial a causa de la baja rentabilidad y el sobre stock, un factor que se vio amenazado en el plano local en los últimos meses con motivo de las inundaciones de abril, que provocaron una importante caída en la producción y generaron un aumento en los precios. Santa Fe, sede central de la cuenca lechera, resultó la provincia más afectada y sufrió además la suba de tarifas, lo cual le agregó mayor presión a la firma, que ahora buscará reemplazar los envíos a Venezuela por despachos de leches para infantes a Asia y apuntará a modernizar sus predios mediante nuevas inversiones. En abril, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, había recibido al intendente de Sunchales, Gonzalo Toselli, para avanzar en una solución, y le había prometido que el Gobierno Nacional no dejaría caer a la emblemática firma.
Coca-Cola se quedó afuera
A principios de junio, la multinacional había demostradointerés en ingresar en el negocio de la lechería, algo que los expertos miraban con desconfianza dado que el gigante de las bebidas no se dedica al segmento de frescos en ninguna parte del mundo. Si bien SanCor había descartado la posibilidad de aceptar la oferta y había asegurado que no mantenía conversaciones con ninguna otra que no fuera Vicentín, se dudaba acerca del rumbo que tomaría la empresa ante la nueva opción, la cual exigía el manejo de la logística y un período de cuatro meses para analizar la operación.
