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Mejoran las expectativas

Cerca del 70% de los empresarios afirma que la economía estará moderadamente mejor (49%) o mucho mejor (21%). Y sólo 15% se muestra negativo. La encuesta destaca que hay que remontarse al 2002 para encontrar una recuperación de expectativas tan marcada.

29 junio de 2016

por Florencia Berreiro

Las expectativas de los empresarios se mantienen muy arriba en el comienzo del segundo semestre. Convencidos de una mejora de la situación económica, los líderes de las empresas prevén mayores inversiones, más ventas y creación de empleo para los próximos doce meses, según la última encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D'Alessio IROL para IDEA.

La encuesta, que se realiza cada seis meses, muestra un cambio positivo de percepciones. Cerca del 70% de los empresarios afirma que la economía estará moderadamente mejor (49%) o mucho mejor (21%). Y solo 15% se muestra negativo. La consultora destaca que hay que remontarse al 2002 para encontrar una recuperación de expectativas tan marcada.

Claro que en este contexto, las empresas de servicio plantean una visión más optimista que las de producción, golpeadas no solo por la caída del consumo sino también por la recesión brasileña. Esta diferencia se ve también claramente en la evaluación del semestre que pasó: 34% de los industriales asegura que fue moderadamente peor contra 23% de las empresas de servicios.

En línea con la tendencia optimista de lo que se viene, 65% de los empresarios espera un incremento de las inversiones para el próximo año. Y dentro de ese grupo cerca de 15% asegura que el aumento será significativo. Esta es una de las variables más movidas: hace un año apenas dos de cada diez ejecutivos apuntaba a nuevos proyectos. En este sentido, la encuesta también destaca que mientras que ahora el 11% cree que la inversión disminuirá, un año antes este porcentaje ascendía a casi 40%.

Los empresarios aseguran que en 2016, la inversión alcanzará cerca de 13% de las ventas. “Hay que remontarse seis años atrás para obtener valores similares”, destaca la consultora. Durante el período 2011-2015, el nivel de inversión se mantuvo por debajo de este valor, más cerca de10%. De todas maneras a la hora de decidir el destino del capital, todavía prevalecen las opciones más blandas ?capacitación, desarrollo de productos, marketing etcétera - frente a las inversiones en maquinaria o infraestructura.

Los ejecutivos consideran como apropiadas algunas medidas para promover la inversión. La más solicitada es el financiamiento a largo plazo, seguida por la eliminación de impuestos distorsivos. La definición de reglas de juego claras y la política fiscal pro inversión son también muy valoradas por los hombres y mujeres de negocios.

Ventas y empleo

Alrededor de 46% de los ejecutivos destaca mejores exportaciones para el año que viene, y siete de cada diez espera recuperar sus ventas en los próximos meses. En la encuesta de junio de 2015, solo 30% pensaba que sus ingresos iban a ser mejores. Ahora, entre las variables más destacadas para el crecimiento del año próximo aparece la reactivación de la demanda interna.

En el análisis de la variable de empleo y a diferencia de mediciones anteriores, la proporción de expectativas de creación fue bastante superior a la de disminución. La mayoría (50%) de las empresas sugiere algún tipo de incremento en su planta de personal mientras que el 14% manifiesta posibilidades de alguna caída.

Entre las mayores preocupaciones está el incremento de costos por encima de los precios. Casi 20% de los empresarios industriales asegura que en el último año los ajustes de los productos fueron mucho menores que los aumentos de la mano de obra.

A pesar de este supuesto desequilibrio, los empresarios volvieron a poner la mira en sus ganancias. “Luego de varias mediciones de caída de rentabilidad, en junio aumentó la proporción de los que piensan que pueden recuperar el terreno perdido”, destaca la encuesta. Cerca de 44% de los empresarios señala que los resultados de sus negocios serán mejores en los próximos doce meses. Los empresarios admiten que se redujo la capacidad disponible frente a la reciente caída de la actividad, principalmente en las fábricas. Dos años atrás sólo 14% operaba al 50%, mientras que hoy ese porcentaje se elevó a 41%. Sin embargo, cerca del 60% de las empresas tiene más de 70% de su capacidad funcionando a pleno.

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