América Latina vive un momento de retracción de la inversión extranjera directa (IED), que más allá de las oportunidades que ofrece la región, sufre el impacto de una economía mundial debilitada, con caída de la demanda y de los flujos del comercio internacional. El informe de Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe en 2015, que ayer dio a conocer la Comisión Económica para América Latina (Cepal), refleja en algún punto la complejidad de la actual coyuntura global.
Con un volumen de US$ 179.000 millones, la región registró el año pasado un retroceso del 9,1% respecto del año 2014 y el nivel más bajo de ingreso de capitales del exterior desde 2010. A contramano de lo que ocurrió en la región en su conjunto, en el caso de Argentina las estimaciones indican un mantenimiento de la entrada de capitales externos en su economía en términos relativos, si bien en valores absolutos hubo un fuerte avance, en torno al 130% totalizando US$11.655 millones.
De acuerdo a la Cepal, esto se explica por la incidencia que todavía tiene la operación de nacionalización de las acciones de YPF. “Es necesario matizar este resultado tomando en cuenta que durante 2014 finalmente se contabilizó en las cuentas externas argentinas la nacionalización del 51% de YPF realizada en 2012”, apunta el organismo.
Respecto de la inversión en la petrolera estatal, el informe precisó que “esta operación significó una desinversión de cerca de US$ 6.000 millones en 2014”, que se efectivizó en dos transacciones, una primera de US$ 5.000 millones, correspondiente al pago del 51% de YPF, efectuada el 26 de febrero de 2015, y la segunda, por US$ 1.311 millones, correspondiente al pago del 12,34% de la petrolera, realizada el 7 de mayo de 2015.
De todas maneras, y para que no queden dudas sobre el perfil del clima inversor en nuestro país, la Cepal argumenta que “sin considerar esta operación, en 2015 los flujos de IED habrían sido muy similares a los de 2014”.
Sectores en carpeta
Entre los sectores con potencial, Cepal destaca que “el interés de algunas empresas internacionales en la exploración y explotación de hidrocarburos en Argentina ha registrado un rápido crecimiento en los últimos tiempos”. En ese sentido, apuntó que “se han descubierto grandes depósitos de petróleo y gas natural de esquisto”, y remarcó que “en diciembre de 2015, la estadounidense Exxon- Mobil anunció inversiones por US$ 229 millones para el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta”, en la provincia de Neuquén. Para la Cepal, “de resultar exitosas las primeras pruebas, la empresa podría invertir hasta US$ 13.800 millones”.
El documento, sin embargo, no hace ninguna aclaración respecto de la fuerte caída de precios internacionales del crudo, que está poniendo en suspenso muchas inversiones que habían sido anunciadas oportunamente y que ahora esperan mejores precios para justificar el mayor flujo de fondos.
La Cepal también asegura que “en sectores no relacionados con recursos naturales se destaca la actividad de Telefónica de España, que en 2015 invirtió US$ 941 millones para mejorar sus servicios 3G y 4G en el país”. Al respecto, la compañía española anunció su intención de invertir US$ 3.700 millones adicionales entre 2016 y 2018. El informe también menciona inversiones en el sector automotriz, como la que hará la francesa Renault por US$ 100 millones en su planta de la ciudad de Córdoba.
Mirada regional
En su clásico informe anual sobre IED en América Latina y el Caribe, la Cepal destacó que las cifras regionales estuvieron afectadas por las contracciones de los flujos en Brasil (23%), Colombia (26%) y Uruguay (25%). Por otra parte, se registraron importantes avances en Venezuela (153%) y Argentina (130%), seguidos por Surinam (69%) y Granada (59%). Estos resultados “ratifican el carácter cíclico de la IED, ya que dos de las economías que mostraron las mayores alzas en 2015 registraron algunas de las caídas más importantes el año anterior”.
En el análisis más cualitativo, la Cepal explica que “este desempeño ha sido el resultado de la disminución de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y de la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en el Brasil”.
A nivel de proyecciones, el informe pronostica que “en el actual entorno global, la caída de la IED en América Latina y el Caribe probablemente seguirá en 2016”, en tanto que estimó “una contracción de 0,6% del producto interno bruto (PIB) regional, que seguirá frenando las inversiones orientadas a abastecer la demanda interna de los países de la región”.
