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Los ejecutivos de finanzas son optimistas

El Congreso Anual de IAEF reunió a más de 900 asistentes y a numerosos referentes del ámbito político y económico.

12 mayo de 2016

La convocatoria del 33º Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que reunió ayer a más de 900 asistentes y a numerosos referentes del ámbito político y económico, reflejó las renovadas expectativas del mundo de las finanzas tras el cambio de Gobierno y las medidas adoptadas en estos primeros cinco meses.

La apertura, que iba a estar a cargo de Mauricio Macri, quedó finalmente en manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien convocó a los empresarios y ejecutivos a confiar en el futuro económico de Argentina tras el cambio de Gobierno, como en varias oportunidades hizo Macri. “Cuando tengan que tomar la decisión, duden y escuchen voces que dicen que este país no tiene arreglo, piensen en el sueño de cada argentino y den un poco más de confianza en honor a la oportunidad que hoy tenemos. Si lo hacemos, los resultados se van a ver y vamos dejar de discutir acerca de la pobreza y la inflación y a salir de esa agenda mediocre en la que a veces estamos para pasar a pensar en los desafíos de una Argentina que esté entre los países desarrollados del mundo”, les pidió.

 Desde la perspectiva del Gobierno, tras un primer semestre con medidas orientadas a reordenar la política macroeconómica, como la quita de las retenciones, la salida del cepo cambiario, el acuerdo con los holdouts y las modificaciones tarifarias, es el turno de los empresarios de responder a esos incentivos con inversiones y contrataciones. “El rol de ustedes como actores y ejecutivos de finanzas es absolutamente clave”, advirtió Peña.

Según una encuesta reciente de PwC, 66% de los CEO argentinos ve más oportunidades para sus organizaciones que las que había hace tres años. En función de ello, 42% prevé incrementar sus dotaciones, mientras que 29% piensa mantenerlas en sus niveles actuales.

No obstante, subsisten varios temores. Según PwC, las principales preocupaciones son el déficit fiscal, el endeudamiento, la volatilidad en el tipo de cambio, la inestabilidad social y el exceso de regulación. Durante la jornada, en las preguntas del público y los pasillos, no obstante, la inflación y el rumbo de las tasas de interés de las Lebacs aparecían como dos de los temas que más seguían de cerca los ejecutivos financieros.

Sobre el primer punto (la inflación), tuvieron diferentes posturas el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el economista Miguel Angel Broda. Para el jefe de la entidad monetaria, “la inflación núcleo sigue desacelerándose” gracias a la contracción monetaria que impulsa el Banco Central a través de una menor emisión y tasas altas.

En este sentido, reiteró las metas de inflación fijadas en su programa monetario: 17% en 2017, 12% en 2018, y 5% en 2019. “A muchos les puede parecer una meta ridícula con los números actuales, pero la política monetaria tiene que converger a ese objetivo principal de reducir la tasa de inflación, que es el impuesto más regresivo que se conoce”, aseguró. En cambio, para Broda, “la inflación core sigue subiendo” y el incremento de precios se reducirá en el segundo semestre, volverá a tasas levemente inferiores a 2% mensual, un promedio similar al de la última parte de la gestión kirchnerista.

Respecto a la evolución de las Lebac, Sturzenegger consideró que es un error anualizar las tasas actuales, dado que se dan en este contexto de precios, que cambiará si se logra reducir la inflación. Esta semana, el BCRA mantuvo en 37,5% la tasa interés de las Lebac a 35 días, a la espera de una mayor baja de la inflación.

Además, se refirió a la tendencia del tipo de cambio en el segundo semestre y la tentación de dejarlo apreciarse si se da un ingreso masivo de dólares. “Es un desafío para Argentina este año. Hay un exceso de dólares. Lo que pasa es que si el BCRA no quisiera que se aprecie mucho porque tiene mucha exportación, bienvenido sea, pero si es porque hay flujos financieros de corto plazo, entonces tenemos que comprar reservas, y para eso hay que emitir dinero”, planteó. Como alternativa, aseguró que el BCRA está buscando que sea el sector privado el que ingrese los dólares, con medidas como la eliminación del cronograma de importaciones y el límite para el atesoramiento. “Es un tema que estaremos mirando durante el año para buscar un balance”, aseguró.

Para llevar a cabo ese objetivo y el resto de su agenda, el Gobierno Nacional tendrá el consenso de la mayoría de los actores políticos y económicos, coincidieron los gobernadores Salta, Juan Manuel Urtubey, y Mendoza, Alfredo Cornejo, en otro de los paneles de la jornada. “Hemos desaprovechado un momento histórico en el que Argentina podría haber cumplido un rol importante. Da la sensación que avanzamos en el sentido correcto, tenemos un enorme optimismo en la economía argentina a nuestro favor, pero a eso hay que ponerle contenido ahora”, opinó el salteño. “El error es tomar el atajo de la política monetaria, aprovechar las ventajas competitivas y con algún mecanismo terminar sosteniendo y equilibrando la situación sin resolver el problema de la competitividad”, agregó.

El gobernador mendocino, en tanto, coincidió en que “las posibilidades (de recuperación) son las que está explorando el Gobierno Nacional”. “Se han hecho muchas cosas para sanear la economía, se han tomado muchas medidas sensatas, pero no se ha querido hacer un ajuste salvaje”, opinó, aunque celebró que “se trata de evitarlo con financiamiento externo” dado que hay un contexto sociopolítico “muy difícil”.

Desde el punto de vista más político, el dirigente peronista Gustavo Marangoni describió las oportunidades que abre la nueva composición legislativa, que obliga al oficialismo a buscar consensos. “Un Gobierno dividido con un Congreso más fragmentado nos podrá dar mejores leyes que un Congreso subordinado como el que tuvimos en el pasado”, analizó.

Al igual que Broda, con quien compartió panel, advirtió también sobre la falta de coordinación en el gabinete, algo cada vez más visible en la gestión macrista. “El Presidente ha optado por no tener un ministro de Economía fuerte sino un gabinete económico, que implica la posibilidad de una falta de coordinación de las medidas. El tema de la coordinación es importante. No se trata solo de discutir las medidas a tomar sino el modo de hacerlo, porque la falta de coordinación repercute en la legitimidad de oficio del Presidente”, advirtió. En la misma línea, Broda consideró que “los desequilibrios macro obligaban a tener un Ministerio coordinado para dar soluciones”.

El Congreso seguirá hoy con la apertura a cargo del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y el cierre del Presidente, Mauricio Macri, además de otros referentes de la política y la economía.

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