Por Luis Varela
Tras un cierre de abril que terminó al rojo vivo, con la inflación más alta de los últimos trece años (7% mensual) y con una movilización gremial ciertamente multitudinaria, la apertura de mayo entregó un panorama con claroscuros.
Lo más positivo del primer día hábil del mes tuvo con un fuerte incremento para el precio de la soja en Chicago: llegó a los 381 dólares, testeando la zona de techo de cotizaciones que tiene el cereal desde mediados de 2014, luego de haberse sumergido en febrero de este año en un complicado valor de 314 dólares.
Estos números del agro, más las inversiones que se están realizando en trigo, maíz, girasol y otros granos después de la quita en las retenciones, empiezan a hacer soñar con otro salto en la cosecha, con vistas a unos 145 millones de toneladas anuales en los próximos seis años, con el consecuente aluvión de dólares que podría llegar a generar esa producción.
Frente a eso, mientras en la calle retumban los enojos por los aumentos en las nafas, en los cigarrillos, en las prepagas y en los precios en general, que pueden lleva a la inflación de mayo a un índice cercano al 3,5%, la otra buena noticia de la apertura del mes tuvo que ver con la venta de autos, que volvió a crecer (se despacharon 59.550 unidades el mes pasado, con un incremento del 13,8% abril contra abril.
La situación no es sencilla. Came denuncia que las ventas minoristas caen 6,6% en abril y 4,8% en el cuatrimestre, y la recaudación fiscal sigue achicando: antes subía al 38% anual y en abril creció al 33,9%, con el Gobierno colocándole una letra por 500 millones de dólares a los fondos de la Anses, algo que ya vimos en Argentina varias veces.
El turbulento cambio de precios relativos tras doce años de gran impericia económica sigue complicando a muchos sectores, y hoy se escucharán muchas voces reclamándole a Federico Sturzenegger que baje las tasas de la licitación de las Lebac. Es posible que el 38% anual se vea hoy por última vez, pero seguramente en los plazos más largos habrá algunas bajas.
El economista miembro del Frente Renovador, Aldo Pignanelli, le reclamó al titular del BCRA “necesitamos que el dólar se actualice un poco y que las tasas se achiquen”. En ese sentido, con dólares entrando para captar la renta de las Lebac, el billete verde estuvo débil: bajaron el mayorista (14,21 pesos) y el contado con liqui (14,24), y se mantuvieron sin cambios el oficial (14,54) y el blue (14,66).
Con ese marco, muchos inversores pasaron buena parte del lunes ingresando varias veces a su homebanking para ver si habían entrado en sus cuentas los pagos hasta ahora bloqueados por el juez Griesa. El dinero sigue sin entrar y es un monto importante: se trata de 2.800 millones de dólares que quedarán libres, y seguramente irán a formar demanda a los nuevos bonos.
Los títulos locales
En ese sentido, los títulos argentinos tuvieron la mejor rueda desde el pago a los buitres. En promedio lograron subir 0,3%, con el 70% de lo operado en bonos transado en apenas 4 papeles: AA17 36%, AY24 17%, DICA 10% y, AJ17 6%. Eso generó un resultado disimil: suba del 1 al 4,3% para los bonos BD2C0, AN18D, AM20, NF18, TVPE, CEDI, AY24C y AO17. Y baja del 1 al 3,5% para los bonos TVPP, PAA0, ERG16, PARY, BP28, PARA, TVPY, PMO18, DICA, PARP y DICP.
La Bolsa porteña, con bajo volumen, continuó apagada. El índice MerVal perdió 1,3% (llegan pagos de dividendos de varias empresas, entre ellas Mirgor y Telecom). El clima fue nuevamente muy selectivo, con suba del 1 al 10% para Grupo Oeste, Petrolera Del Conosur, Bodegas Esmeralda, Caputo, Ledesma, Grimoldi, Molinos y Gas Cuyana. Y baja del 2 al 6% para Inversora Juramento, Polledo, Carboclor, Colorín, Morixe, Quickfood, Mirgor, Comercial Del Plata, Metrogas, Telecom, Carlos Casado, Tenaris, Juan Semino, Rosembusch, Santander, Transener e YPF.
En Nueva York, las ADRs argentinas también estuvieron mixtas: suba del 1 al 3% para Macro, Galicia, TGS y Frances; y baja del 1 al 3,3% para Edenor, Tenaris, Cresud, Ternium, Telecom e Irsa. Al tiempo que hubo un día más sólido en Wall Street (subió 0,8%), con el dólar debilitándose en Europa, con el euro retornando a una paridad de 1,15 dólares, pero atención: el petróleo, el oro y la plata tuvieron leves bajas.
