La próxima campaña será la primera en que los agricultores sembrarán con la certeza de recibir el precio pleno de sus exportaciones, además de un tipo de cambio que refleje bastante los precios relativos en la economía. En este contexto, no sorprende el entusiasmo que hay en el sector, en especial entre los productores de granos.
“El año que viene a esta altura -si anda todo bien- estaríamos ingresando divisas por US$ 30.000 millones”, afirmó el presidente de la SRA al destacar que el sector anticipaba que “cuando llegara un Gobierno que entendiese la lógica productiva del país, el campo iba a mostrar su potencial”, aseguró Luis Miguel Etchevehere, titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
En esta línea, dirigente rural estimó que en los próximos doce meses el sector invertirá alrededor de US$ 12.000 millones en la actividad productiva, a partir del proceso de siembra de los cuatro principales cultivos del país, trigo, maíz, girasol y soja. En su opinión, esto constituirá “una inyección de energía a toda la economía del país que va a revitalizar a miles de pueblos”.
El miércoles ya se había anunciado que durante la próxima campaña de trigo se va a incrementar en 30% el área sembrada, lo que supondrá un millón más de hectáreas. Según fuentes sectoriales, esta mayor superficie producirá una cosecha equivalente al triple de lo que necesita el país para su consumo.
“Tan sólo en trigo, que es la que está comenzando el proceso de siembra, la inversión suma US$ 1.400 millones”, consideró Etchevehere, y agregó que “es plata que se invierte en los pueblos donde están los campos, y mueve a los comercios, el transporte, la industria”. Además, el empresario destacó que “en cinco o seis años se podrán generar 1,3 millones de puestos de trabajo en todas las provincias”. Las cifras de la industria siderúrgica latinoamericana reflejan dificultades productivas y financieras
