La economía brasileña comienza a mostrar indicios sostenidos de mejora a futuro, con un 2017 que se presenta cada vez más positivo en base a un rebote de las profundidades de la recesión actual.
El PIB de Brasil crecería 0,40% el año que viene en lugar del 0,30% que se estimaba recientemente, mostró el sondeo semanal Focus, que el Banco Central de Brasil (BCB) dio a conocer ayer.
La mejora en la previsión del crecimiento llamó la atención por tratarse de un incremento mayor que las alzas habituales que refleja esta encuesta. La proyección para la recesión del 2016 empeoró marginalmente, a un retroceso de 3,89% desde 3,88% la semana pasada.
La mayor economía latinoamericana atraviesa una de las peores crisis de su historia, causada por un colapso del consumo y la inversión en medio del proceso de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff y un megaescándalo de corrupción en torno a Petrobras.
Una inflación que roza el 10% actualmente también es parte del problema, pero el Focus anticipó un fuerte enfriamiento que la dejaría en 6,94% este año, un dato que representó una baja desde el 6,98% calculado previamente.
Para 2017, la proyección del ritmo de alza de los precios al consumidor de Brasil fue recortada considerablemente a 5,72% desde 5,80%, lo que permitiría una reducción de la tasa de interés referencial Selic a 11,75%, contra el nivel de 12% que los economistas veían antes, desde 13,25% este año.
La baja de la inflación y la tasa oficial vendría de la mano de una cotización del dólar más tranquila, ya que ahora el mercado considera un tipo de cambio de 3,91 reales frente a los 4,0 del sondeo pasado.
Pero antes de ver la luz, el país deberá superar lo que resta de la recesión, que según las últimas mediciones macro, sigue causando estragos. El índice de gerentes de compras que elabora la firma Markit para el sector manufacturero se desplomó a 42,6 en abril, el mínimo desde 2009, luego del dato de 46,0 en marzo.
El indicador, difundido ayer, acumuló 15 meses consecutivos debajo de la marca de 50, que separa la expansión de la contracción. “Los manufactureros se prepararon para tiempos más difíciles y recortaron empleos al ritmo más rápido en la historia del sondeo”, dijo Pollyana de Lima, economista de Markit.
