Luego de que se aprobara en la madrugada de ayer la ley de emergencia ocupacional, los sindicalistas se dispusieron a discutir cómo reaccionarán frente al veto presidencial que aparece como inminente. Si bien las vertientes cegetistas venían mostrándose más reacias a convocar a un paro, ayer Pablo Micheli, de la CTA Autónoma, admitió conversaciones con Hugo Moyano para “salir a la calle” y el propio hijo del camionero, Pablo Moyano, no descartó una protesta. La CTA, por su parte, se mantuvo firme en su posición más combativa. “Si Macri veta la ley, hay grandes posibilidades de que haya un paro nacional”, dijo Micheli. El sábado, los líderes de las cinco centrales obreras se encontrarán en Mar del Plata en una jornada convocada por la Pastoral Social, donde deliberarán sobre sus próximos pasos.
Además de las conversaciones con Moyano, el secretario general de la CTA Autónoma dijo ayer al salir de la reunión del Consejo del Salario que pudo dialogar brevemente con Antonio Caló, de la CGT Alsina. Según su relato, Micheli le advirtió al metalúrgico sobre la necesidad de no defraudar el compromiso asumido con los trabajadores en la movilización conjunta del 29 de abril, idea con la que Caló coincidió. “Las cinco centrales estamos maduramente dejando diferencias de lado para defender esta ley”, agregó.
Hugo Yasky, de la CTA de los Argentinos, también insistió con que “si hay veto, hay plan de lucha”.
Desde la CGT moyanista, el hijo del camionero señaló que vetar la ley antidespidos sería un “error histórico” y dijo que, en ese caso, no se descarta un paro general. El secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones adelantó que en los próximos días va haber una reunión “urgente” para analizar la medida que tome Macri.
Desde el Gobierno desestimaron las conversaciones del sindicalismo y aseguraron que no temen una reacción sindical frente al veto. El encargado de transparentar la versión fue el jefe del bloque de Cambiemos en Diputados, Nicolás Massot, quien aseguró que medidas adoptadas por el oficialismo, como las relacionadas con el “primer empleo”, tienden “a suavizar cualquier posible reacción” de las centrales obreras.
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