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Capitales fugados en la mira

Según diversos especialistas, el éxito del inminente plan de blanqueo dependerá de la seguridad jurídica que se ofrezca por medio de la AFIP, y no tanto de los beneficios económicos.

26 mayo de 2016

El paquete de medidas que anunciaría mañana el Gobierno para atraer capitales no declarados por los argentinos cuenta con diferentes aristas. Se podrían declarar las tenencias hasta el 30 de abril y la AFIP quedaría impedida de solicitar información  bancaria y transaccional que se haya producido antes de esta fecha. Además, los inmuebles en el país y en el exterior pagarán una alícuota del 5%. El dinero proveniente de cuentas extranjeras que se depositen en el sistema bancario local  también deberán pagar la misma alícuota.

En caso que supere el tope de US$ 80.000 los agentes tendrán hasta el 31 de diciembre para blanquear el dinero, y tendrán que pagar una multa del 10%, o del 15% si se realiza durante el 2017. La otra oferta que se pondría a disposición sería la compra de un bono a tres o seis años a cupón cero, que será intransferible y no negociable. En el bono más largo, empezará a regir una tasa del 5,5% anual a partir del tercer año.

Capitales offshore

Las estimaciones realizadas por especialistas coinciden en la misma cifra: existen US$ 400.000 M que se encuentran fuera del circuito económico interno. Esto, según Jorge Colina, jefe de investigaciones del Instituto de Desarrollo Social Argentino, equivale al  75% del PIB. En esta línea, el economista Miguel Kiguel consideró que este blanqueo de  capitales le dará “un empujón muy fuerte a la economía”. Al igual que Colina, el director de la consultora Econ-Views estimó que los fondos que se encuentran expatriados podrían rondar los US$ 400.000 M y hay mayores incentivos de participar en este nuevo blanqueo que en iniciativas anteriores. “En Argentina hay mucha plata que no está declarada. En varias oportunidades el país trató de regularizar ese dinero, con los blanqueos en 2008 no tuvo demasiada adhesión y después con los Cedines tampoco”, afirmó Kiguel en una entrevista con Radio Télam.

Para Zenón Biagosch, ex director del BCRA y representante del país ante el Comité de Prevención del Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo (COPFLAT), si se tiene en cuenta solamente el dinero que pasó por el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) y que fueron registrados por el BCRA ? denominado como “fuga de capitales”- , la cifra alcanzaría los US$ 105.806 M. Lógicamente, en este monto no se considera a los capitales que salieron del país mediante mecanismos informales, pero da una pauta.

Desde la AFIP, las autoridades afirman que aún no manejan una cifra estimativa de la cantidad de dinero que podría ser repatriado.

Seguridad jurídica

En diálogo con El Economista, Zenón Biagosch explicó los factores que harían que el blanqueo tenga éxito. “En primer lugar está la cuestión de que hay una presión internacional en el área de transferencia fiscal que hace tres o cuatro años no la había. Principalmente por la iniciativa de la OCDE sobre intercambio de información a nivel multilateral sobre transacciones de activos financieros que empieza a regir a partir del año que viene”. En segundo lugar, el especialista enfatiza la importancia que tiene la seguridad jurídica en este blanqueo. “No creo que la variable de ajuste sea la recompensa económica vía bonos que otorgue el Gobierno, sino la tranquilidad acerca de futuras acciones persecutorias”, asevera Biagosch. “La clave de que este blanqueo sea eficaz depende de la seguridad jurídica que ofrezca la AFIP”.

Por último, Biagosch propone una pauta objetiva de actuación que ofrezca tranquilidad tanto a los posibles interesados como también a quienes deban intermediar en la operación. Esta medida consta de “establecer como sujetos elegibles sólo aquellos que puedan demostrar haber realizado una actividad económica legal durante un período de tiempo a determinar”.

Impacto económico

Por otro lado, Kiguel explicó que los capitales repatriados podrían ayudar a financiar inversiones en el área de infraestructura, y esto, ayudaría a mejorar el factor más preocupante de la economía real: el empleo. “Va a haber algunos sectores como construcción de viviendas y obras públicas, que empiecen a ver la diferencia y podría ser un empuje enorme a la inversión, un empujón muy fuerte a la economía, y podría tener un impacto muy grande en el crecimiento a mediano plazo”, aseguró.

En contrapartida, la inyección de más dólares pondrá presión bajista al tipo de cambio y empezará a afectar a la competitividad. “Si entran más dólares al BCRA se le va hacer más difícil contener el tipo de cambio”, aclaró, y sostuvo que la Argentina correría el riesgo de ser “cara en dólares”.

En declaraciones para El Economista, Alberto Abad, titular de la AFIP, aclaró que parte de la recaudación obtenida mediante el blanqueo debería ser destinado a obras de infraestructura. El objetivo, en ese caso, sería evitar que el blanqueo sea visto exclusivamente como una ventaja para quienes evadieron al Fisco sino que también represente un beneficio colectivo.

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