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“La industria se mueve al mismo ritmo que la actividad económica”

Entrevista a Alberto Paganelli, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales.

16 mayo de 2016

Por Martín Slipczuk

Alberto Paganelli, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEMe), dialogó con El Economista sobre la industria farmacéutica nacional. La caída en la actividad de los últimos años, la visión a futuro del sector y la crítica situación de la obra social de los jubilados y pensionados fueron los ejes. “Nuestras empresas no piden subsidios o desgravaciones ni regímenes especiales para trabajar. Nuestras empresas, por ser innovadoras, trabajan con un criterio de largo plazo que está vinculado con el proceso de investigación y desarrollo de los productos, que lleva entre 6 y 8 años desde que se detecta una molécula prometedora y esta se convierte en un producto. Por lo tanto, un tema esencial es la previsibilidad en las reglas con las que nos movemos”, dice.

¿Cómo se encuentra el sector farmacéutico y de laboratorios: cómo fue su 2015 y qué esperan para el 2016?

La industria farmacéutica se mueve al mismo ritmo de la actividad económica. En los últimos dos años hemos visto un freno con relación a los años anteriores. Las unidades venían creciendo al 9% anual entre 2003 y 2012, pero desde el 2012 el aumento fue apenas del 2%. Estuvimos cerca de ocho años experimentando fuertes aumentos de costos y a la vez tuvimos nuestros precios controlados, lo que complicó la rentabilidad del sector. En cuanto al 2016, esperamos un año con números similares al 2015.

En ese sentido, ¿qué medidas le reclaman al Estado?

Nuestras empresas no piden subsidios o desgravaciones ni regímenes especiales para trabajar. Nuestras empresas, por ser innovadoras, trabajan con un criterio de largo plazo que está vinculado con el proceso de investigación y desarrollo de los productos, que lleva entre 6 y 8 años desde que se detecta una molécula prometedora y esta se convierte en un producto. Por lo tanto, un tema esencial es la previsibilidad en las reglas con las que nos movemos. Esas reglas tienen que ser claras y transparentes. Es esencial que los marcos regulatorios sean claros, transparentes y estén alineados con la normativa internacional que marca la Organización Mundial de la Salud. El Gobierno ha dicho que le interesa promover la innovación y nuestras empresas están preparadas para profundizar proyectos de desarrollo público- privados. Necesitamos que mejore el entorno en materia de propiedad intelectual, que es una herramienta para sostener la innovación en el tiempo. Además, hace falta la coordinación entre organismos estatales para hacer crecer la investigación clínica en el país, que son los estudios que se realizan en simultáneo en todo el mundo para verificar eficacia y seguridad de los productos. Esta actividad genera capacitación, transferencia de tecnologías e inversión genuina, ya que en la práctica opera como una exportación de servicios. Esta administración tiene vocación de escuchar y nosotros de colaborar.

Durante los últimos años se habló del faltante de algunos medicamentos por el cierre de las importaciones. ¿Fue así y ya se solucionó?

La verdad es que las dificultades que tuvimos para el ingreso de productos fueron puntuales y no hubo grandes demoras. Los faltantes pueden deberse a varias razones, no necesariamente vinculadas con la importación. A veces una empresa otorga una licencia de producción a otra y eso puede generar alguna demora en el abastecimiento. Igualmente, nuestras empresas ofrecen a los pacientes productos innovadores, incluyendo aquellas patologías complejas como cáncer o VIH, cuyo tratamiento no puede interrumpirse.

En los últimos meses volvió a haber problemas con el PAMI. ¿Cuáles son los conflictos que tienen con esta obra social y han mejorado con el nuevo Gobierno?

El PAMI no escapa a los problemas de financiamiento de las distintas áreas del sector público. Hemos venido trabajando con la nueva administración desde el primer día. La industria en su conjunto ha renovado el convenio de provisión, y seguimos trabajando para asegurar el abastecimiento de productos a la obra social más grande del país.

¿Cómo se imaginan al sector farmacéutico a futuro?

En los últimos veinte años, la industria farmacéutica ha desarrollado tratamientos que prologan la vida, mejoran la calidad de vida y curan enfermedades que hace no mucho eran consideradas mortales. Esto ha significado un salto cualitativo muy importante. La gente vive más tiempo y mejor. Creemos que a futuro la industria en Argentina debería seguir las tendencias que se ven en el mundo, con empresas de innovación yendo hacia productos muy especializados, prácticamente a medida de cada paciente. Esta especialización, el desarrollo de tecnologías más sofisticadas y la extensión de la vida están generando en todo el mundo presión sobre los presupuestos en salud. Ese es un gran desafío para todos los sistemas. Estamos preparados para trabajar en soluciones conjuntas con los organismos estatales y privados de financiamiento. Creemos que la innovación debe ser sustentable. Habrá cada vez más productos biotecnológicos, por lo que creemos que se deberá alinear la regulación nacional con la internacional. Otro tema que será clave es el de la transparencia del sector.

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