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La agenda internacional y los desafíos de Macri

¿Qué opinan los argentinos sobre cuáles deberían ser los ejes de la política exterior?

07 febrero de 2016

(Columna de Bruno Fanelli, analista internacional)

Recientemente, el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) ha publicado su informe “La Opinión Pública Argentina sobre Política Exterior y Defensa 2015” en el que se encuesta a líderes de opinión y población general. Coincidiendo con la publicación del informe una administración de un signo político novedoso ?el PRO de Mauricio Macri? llegó al poder en Argentina.

Los contornos Este informe puede servir tanto para conocer las preferencias de política exterior de la población como aquellos temas que necesitan renovadas energías. La prioridad asignada a la región, al flagelo del narcotráfico y a la pobreza es concurrente con las prioridades del actual Gobierno. Pero también existen importantes dificultades para Macri y su canciller: el rechazo a la globalización económica, la baja importancia del comercio internacional y el estado actual de las relaciones con los EE.UU. y la Unión Europea son todos desafíos para la política exterior de este Gobierno.

En su búsqueda de una mayor apertura económica, Macri necesitará convencer a un gran número de argentinos de los beneficios de participar en la economía global. El 48,2% del público y 35% de los formadores de opinión creen que la globalización es perjudicial para la economía argentina. El sesgo antiglobalización actual es más marcado aún si se lo compara con los números del 2010: 43,7% y 63,5%, respectivamente, pensaban que la globalización era beneficiosa, pero hoy sólo lo piensa 15,3% de la población y 25% de los especialistas. La visión negativa de la globalización creció más de tres veces entre los formadores de opinión mientras que en el público en general se multiplicó casi por diez. Obviamente, que los beneficios de una mayor integración en la economía global alcancen a la población será determinante en la percepción de la misma.

Ante un contexto global que aparece como amenazador, los argentinos parecerían refugiarse en el regionalismo. Piensan que la política hacia la región latinoamericana es prioritaria. Así lo hace el 39,5% de la población general y 46% de los informantes calificados. En segundo lugar aparecen los BRICS (grupo que incluye al Brasil) con 31% para los informantes calificados y 13,3% para la población general. Brasil ocupa un lugar relevante para la población general con 14,4% y 9% para los informantes calificados.

En cuanto a liderazgo internacional también se prefiere a líderes regionales, siendo el papa Francisco ?hoy un líder global? quien cosecha inmensos apoyos (89,4% para el público general y 91% para los especialistas). Sólo Barack Obama desentona en una lista completada por José Mujica, Evo Morales, Michelle Bachelet y Dilma Rousseff.

Los argentinos ven como la principal amenaza al narcotráfico (54% de los formadores de opinión y 38,2% de la población). La población general ve también como una amenaza a la pobreza (22,2%). El público general prioriza tres políticas exteriores: comercio internacional (25,5%), integración regional (24,9%) y la lucha contra el narcotráfico (21,4%). Los líderes de opinión priorizan también el comercio internacional (22%) y la lucha contra el narcotráfico (14%) pero su atención mayoritaria está puesta en la integración regional, con 46%.

En un tema que ha sido controvertido en las últimas dos décadas ?la inmigración de países limítrofes?, el 80,7% de la población cree que son necesarios más controles mientras que una mayoría (53%) de los especialistas coinciden. La integración al bloque de los BRICS también genera más que importantes adhesiones: 53,3% de la población y 75% de los informantes calificados.

Si bien EE.UU. es considerado el líder mundial, su ascendencia se ha reducido fuertemente: 83% creía en su primacía en 2006 mientras que 48,3% de la población general lo cree ahora. En el mismo período China multiplicó por seis su percepción de liderazgo hasta 30,3%. A futuro, el 22,3% de la población general apuesta a que el líder serán EE.UU. mientras que 46,2% apuesta por China. Existe escepticismo en lo referente a una relación tradicional que ha perdido mucha fuerza en los últimos años: la Unión Europea. El 60% de los especialistas y 40,8% de los formadores de opinión consideran que la relación seguirá igual. Entre los especialistas, 29% cree que empeorará y sólo 6% percibe que mejorará.

El apoyo a las operaciones militares con mandato de Naciones Unidas es tan mayoritario que sería extraño que la nueva administración abandone dichas iniciativas. Con respecto al rol de la ONU, se ha visto un decrecimiento en su preferencia como organizador global: se pasó a preferir un sistema de balance regional. Sin embargo, la idea de favorecer el tratamiento del tema de la deuda soberana en organismos internacionales, tal como hizo la Administración anterior, sumado al papel relevante que la actual canciller tuvo en la ONU proyecta una buena aceptación a una Argentina activa en Naciones Unidas. Con el tema Malvinas, política exterior prioritaria sólo para el 2% de los líderes de opinión y 5,5% de la población general, muestra que un nuevo enfoque por lo menos no recibirá rechazos importantes.

Como vemos, la búsqueda de insuflar vigor en el Mercosur está en línea con las preferencias de la opinión pública que siente a Argentina hoy menos integrada que hace unos años y que además, si bien no tiene una gran opinión del Mercosur, es el organismo que prefiere frente a otros. Donde sí encontrará resistencias es en el acercamiento a la Alianza del Pacífico. Sólo 9% ve a un acuerdo con dicho bloque como la estrategia de integración regional a privilegiar. Sin embargo, a la hora de ver qué modelo de integración seguir los informantes calificados privilegian al modelo Unasur con 47% Dada la insistencia con que la nueva administración busca una “convergencia” del Mercosur con la Alianza del Pacífico, le será necesario convencer a los formadores de opinión.

Otra área en la que Macri y su canciller tendrán que convertir pesimismo en optimismo es en la relación con EE.UU. y la Unión Europea, con quien se está negociando un tratado de libre comercio desde el Mercosur. Este es el estado de opinión en el que Macri y su equipo de relaciones exteriores se encontrarán. Sin embargo, el siempre impredecible devenir internacional también impactará en cómo los argentinos veamos al mundo.

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