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"Por ahora, no hay un descontrol de precios"

Entrevista a Gabriel Zelpo, economista senior de la consultora Elypsis

04 diciembre de 2015

Según Elypsis, los precios subieron en noviembre un 2,2% respecto de octubre, lo que marca un fin para la desaceleración de la inflación de los últimos meses. ¿Cómo se explica? Efectivamente, se cortó la tendencia. Lo que vemos es una suba generalizada y bastante fuerte particularmente en Alimentos. De todos modos, el 2,2% fue una suba respecto a meses anteriores pero no fue un descontrol de precios como se venía hablando en las últimas semanas, es importante también remarcarlo. ¿Por qué cambió la tendencia? Hay varios factores. En primer lugar, se viene un cambio de gobierno y se anunciaron un paquete de medidas entre las cuales hay una devaluación del dólar oficial que va a repercutir seguramente en los precios, también hay una quita de retenciones que al precio de algunos productos va a afectar. Pero también hay otras razones, como que la administración que se va tenía ciertos controles de precios sobre una gran cantidad de productos, entonces quizás algunos empresarios aprovechan para subir precios ahora. Por el otro lado, la nueva administración marcó que quiere seguir la política de controles, entonces es un buen momento para remarcar los precios y tener un buen colchón para tener un nuevo acuerdo de precios con la próxima administración. Es decir que el hecho de estar en el medio de la transición también está detrás de la escalada de precios. Exacto, cambian los que están arriba de cada una de las administraciones, por lo que no hay un organismo que esté controlando, por lo que es el mejor momento para cubrirse a futuro. Además, está claro que también se está anticipando un poco la depreciación. Varios factores se conjugan. Si la expectativa de devaluación fuera el factor central, al desagregar el aumento por rubros o productos, aquellos con cadenas de valor más dolarizadas deberían haber crecido más. ¿Se vio eso?Por ahora, apenas. No es tan concluyente para afirmarlo de esa forma. La suba de esos productos, como electrónicos por ejemplo, tienen una suba un poco mayor que semanas pasadas pero no es tan rotundo como en Alimentos. ¿Lo cual además refuerza la idea de que es algo multicausal, ya que si no serían los que más crecerían en lugar de Alimentos? Si y si fuera tanto por las expectativas de devaluación, empezaríamos a ver algún efecto en los no transables, que en definitiva es lo que determinaría la inflación real y que es lo que habría que seguir de cerca en estos momentos. Hasta ahora no ha habido un impacto en los precios de los no transables. Las expectativas de mayor inflación no se han visto todavía en los precios. ¿Qué determinaría el traslado? Que efectivamente crean que la inflación va a ser más alta de lo que venimos observando. Esto se va a ver un poco más si se concreta la devaluación en el grado en que se traslade de los transables a los no transables. Si se da en una cuantía, la devaluación no sería tan efectiva porque en términos reales no presentaría una gran ganancia de competitividad. Hay una cierta inercia inflacionaria hace ya varios años. ¿Cómo se acaba con eso? Hasta ahora, lo que se ha intentado es un congelamiento a través de dos anclas nominales que fueron el tipo de cambio oficial y las tarifas han sido las anclas nominales. A futuro, este esquema ya no es sostenible, es necesario modificar los precios relativos y necesitan generar expectativas y credibilidad de que están realmente comprometidos a seguir una política para controlar la inflación. En ese sentido, el rol del Banco Central va a ser fundamental en determinar la política y llevarla a cabo y cumplirla y generar esas expectativas. ¿Una política más astringente -que todo economista considera condición sine qua non para reducir la inflación- es posible, con las necesidades que heredará el nuevo gobierno? ¿Puede haber un shock antiinflacionario en los primeros meses? . No, creo que tienen que hacer un plan. La caída de precios nominales no va a ser la única necesidad que va a tener el próximo gobierno relativa a los precios. Creo que va a intentar hacer un plan para que vaya reduciéndose progresivamente a niveles más aceptables como tienen los demás países del mundo. No van a poder atacar de principio muy fuerte la inflación porque sería muy restrictiva en otros puntos. Lo ideal sería que vaya bajando hasta estar por debajo de los dos dígitos en el índice anualizado a finales del año que viene. Otro dato clave para el próximo gobierno fue el decreto que llevó el fallo de la Corte sobre la coparticipación de las tres provincias litigantes a los 24 distritos. ¿Cuál es el impacto que tendrá sobre la nueva administración? Fiscalmente, en términos técnicos, se podría arreglar bastante sencillamente si se redujeran las transferencias discrecionales o algún que otro plan que se le esté otorgando a una u otra provincia. No es tanto el peso fiscal. Es 1 punto del PIB, es cierto, pero las transferencias discrecionales son 1,5 puntos y en definitiva, son recursos que se ya se transfieren a las provincias y que se pasarían a hacer automáticamente, por lo que se podrían intercambiar fácilmente. Ahora, políticamente eso le quita cierto poder al gobierno entrante para manejarse con las provincias. Lo que tendrá que ver si no, es en qué medida aumenta el déficit para no reducir las transferencias discrecionales y no perder mucho peso político.

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