(Damián Altgelt, gerente general de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, describe las dificultades que enfrenta el área con caídas de hasta 50% en el valor de algunos minerales. Por Facundo Matos Peychaux)
¿Cómo analizaría la coyuntura que atraviesa el sector minero?
Es un momento muy complicado, como resultado, por un lado, de una muy importante baja en el precio de los metales y, por el otro, del aumento en el precio de los costos de producción. El impacto de la caída en el precio de los commodities mineros ha sido importantísimo.? Por desgracia no es algo de los últimos meses sino que a esta altura ya supera los dos años. Pero no sólo hay que destacar la duración de este ciclo a la baja, sino fundamentalmente su intensidad, ya que algunos minerales han llegado a caer casi un 50% desde sus máximos de años atrás. Esto por supuesto ha impactado fuerte en las exportaciones, que pasaron de un máximo de aproximadamente US$ 5.200 a cifras por debajo de los US$ 4.000.
Si la caída del precio de los metales (y de los commodities en general) es la otra cara del fortalecimiento del dólar, cabe suponer que seguirán cayendo. ¿Cómo se le puede hacer frente a esas nuevas condiciones?
El sector minero es esencialmente un sector de riesgo, y la suba y baja de los precios es algo que históricamente ha venido sucediendo y seguramente lo seguirá haciendo. Lo que corresponde en este contexto, es duplicar los esfuerzos, trabajar activamente para minimizar ese riesgo y articular políticas entre el sector público y el sector privado que nos pongan en un pie de igualdad con relación a otros países con los que competimos por la inversión internacional. Ello nos permitirá posicionar a la minería argentina como lugar relevante de destino de las inversiones internacionales, apenas se empiecen a recibir las señales correspondientes.
El sector minero requiere de cuantiosas inversiones extranjeras. Con estos nuevos precios, ¿es rentable hoy invertir en Argentina?
La rentabilidad del sector se ha visto muy afectada, no solo en la Argentina, sino también a nivel internacional, principalmente debido a la caída en el precio de las commodities mineras. En ese sentido, y dado que no se prevé que ese panorama se modifique en el cortísimo plazo, resultará prioritario que las autoridades que asuman el gobierno en diciembre próximo, se aboquen de manera inmediata a definir acciones que favorezcan la
competitividad de la economía argentina. En ese contexto, tanto la cuestión tributaria como la cambiaria, deben ser objeto de un estudio muy pormenorizado para evaluar alternativas que, justamente, mejoren la competitividad del sector, de manera de ser exitosos a la hora de capturar la mayor inversión extranjera posible, sin la cual el desarrollo del sector sería muy complicado.
¿Qué se puede hacer para avanzar sobre la creación de un marco que favorezca la llegada de esas inversiones?
Desde lo institucional, hay que insistir en el cumplimiento del actual marco jurídico, que es moderno y razonable. Desde lo económico, dar señales a los inversores desde el primer día y respetarlas, y evaluar todas aquellas medidas que fueran necesarias para hacer más competitiva a la economía argentina ?y de esta manera a la minería. Por último, desde lo social, el Estado Nacional y las provincias, a la par del sector privado, deben seguir fortaleciendo el posicionamiento del sector, insistir en el diálogo con las comunidades locales, ver qué mecanismos pueden favorecer un mayor derrame económico en esas comunidades y estar abiertos para que en cada rincón de la Argentina se tome conciencia que la minería puede ser un motor del crecimiento económico y el desarrollo social del país.
Saliendo de la coyuntura más inmediata, ¿en qué momento del desarrollo minero está Argentina?
Hay dos enfoques desde donde se puede analizar en qué etapa está el país hoy específicamente en cuanto a la minería metalífera. La primera de las visiones consiste en comparar el grado de desarrollo que tiene hoy la minería con el que tenía hace 20 años,
y en ese sentido debe decirse que la minería creció de manera muy importante, lo cual es indiscutible. Pero también se puede enfocar la cuestión comparando el actual desarrollo minero con el potencial que tiene el país y la conclusión será que la minería todavía se encuentra en una etapa embrionaria, con posibilidad de crecer diez veces de acá a 30 años. Ello, por supuesto, en la medida que se continúe ejecutando de manera sostenida una política estratégica de desarrollo del sector.
Un tema que siempre surge es el de la sustentabilidad ambiental del desarrollo minero. ¿Ha ido evolucionando esa percepción negativa que pesa sobre el sector?
Los cuestionamientos desde el lado ambiental siguen existiendo, como así también algunos más de índole económico y social. Y bienvenidos que existan, en la medida que sean el resultado de un análisis racional y que estén fundados técnicamente, lo que no siempre ocurre, lamentablemente. Sin embargo, estamos convencidos que existe una mejor percepción en la población en general, y en diferentes ámbitos. Pero creer que por ello los cuestionamientos han desaparecido sería un error, que no haría más que frenar el desarrollo de un sector que debe, en el futuro próximo, motorizar el crecimiento de la economía nacional, y favorecer el desarrollo social.
