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Títulos en mano y dólar volando

Inversiones y precios locales y en el exterior

31 julio de 2015

(Columna de Luis Varela)

Fue otra semana para alquilar balcones. Los inversores del mundo siguieron surfeando una situación global bien difícil. Y los inversores locales se debaten con las chances de que haya balotaje y que termine, o no, el poder político que reina en la Argentina desde hace 12 años.

Afuera hay varios elementos en danza. Los europeos siguen tratando de que Grecia haga los deberes sin salirse del euro. China muestra un crecimiento que se desacelera cada vez mas, en medio de un tembladeral bursátil. Y EE.UU. continúa con buena creación de empleo y baja inflación.

El mercado da por hecho que la suba de tasa de la Fed será a mas tardar en diciembre, por lo que las commodities se sostuvieron (el petróleo recuperó 4%, los metales básicos repuntaron algo, la soja rebotó de 352 a 363 dólares y las onzas de oro y plata siguen arrastrándose en mínimos de años.

El que sigue en pleno baile es Brasil. Con temor a un 2001, con gran presión a los empresarios y con capitales siguen en fuga, el dólar volvió a subir: araña los 3,38 reales y Dilma tuvo que hacer la séptima suba de tasas del año para que la inflación no supere un peligroso 10% anual.

En Argentina, con una inflación en el 28% anual y con un tipo de cambio avanza al 12% anual, el cuadro externo determina que las exportaciones sigan desapareciendo, que la actividad afloje mas, que la recaudación se apague y que el país profundice su camino hacia el déficit comercial y fiscal.

Con ese marco, el mercado interno está convencido de que el nuevo Presidente, sea quien fuere, se verá obligado a devaluar y, con un nivel de actividad que crece cada vez menos, la inquietud por la economía se mete de lleno en la campaña.

La sola idea de que suba el tipo de cambio, genera huída de pesos y fuerte presión sobre el dólar paralelo. A pesar de una fuerte venta de dólares de parte del BCRA y de bonos dolarizados de parte de la ANSES, el dólar blue pegó otro salto, colocándose a borde de los 15 pesos y con Kicillof vociferando: "no hablen de eso porque joden a la gente".

La suba del dólar en el mercado local imita a lo que pasa en el mundo. Esta semana el dólar tufo una suba del 0,5 y 2% contra el peso chileno, el mexicano, el franco suizo, el real brasileño, el euro e incluso contra el yen.

La onda dolarizadora estira la brecha al 63%, la mayor diferencia de este año, y genera una compra récord absoluto de dólar ahorro: este mes casi 900.000 personas (familias) comprarán unos 670 millones de dólares. Y, si se mantiene este subsidio a la clase media, se calcula que de acá a la elección el BCRA tendrá que resignar otros 1.500 millones de dólares, si no es más.

Los inversores tienen un sabor amargo en la boca. Los bonos argentinos siguen débiles: los títulos públicos sufrieron otra semana con precios a la baja, esta vez perdieron 0,7%. Desde marzo caen nada menos que 10%.

Las Bolsas del mundo tampoco están para grandes celebraciones. Hubo precios a la baja en casi todas las Bolsas europeas y asiáticas. San Pablo y Buenos Aires viven un realismo mágico: suben en reales y pesos, pero bajan en dólares (y ojo con los agostos porque en general el índice Merval resbala). Y el único mercado que siguió con viento a favor fue Nueva York: ganó 0,8% en la semana, pero venía bastante atrasado en lo que va de 2015.

La situación no es sencilla. Frente a eso, los expertos plantean las  perspectivas de inversión.

PETRÓLEO: A pesar de las gruesas complicaciones que atraviesas bastos sectores del planeta, distintos análisis del FMI y del Banco Mundial se mostraron algo más optimistas, previendo lentamente niveles de actividad que irán hacia la suba. De la mano de estas expectativas, el precio del petróleo se dio vuelta y empezaron a reaparecer los analistas que ven al barril en torno a los 60 dólares para el próximo año. El crudo WTI (West Texas Intermediate), que había bajado de 61 a 47 dólares hasta la semana pasada, recuperó 4% esta semana y ofrece por delante un panorama más positivo.

SOJA: Los mercados del mundo ya empiezan a moverse según estimaciones de los precios que pueden reinar en 2016 y el Gobierno argentino (candidatos incluidos) comienzan a comprender que entre noviembre y marzo tendrán que atravesar un largo desierto hasta que lleguen los dólares de la soja. Respecto del cereal hay dos tendencias, una buena y una mala. La buena es que se prevé para el año entrante una cosecha global menor, por lo que el precio abandonó el tobogán de 388 a 352 dólares (Chicago) que se vio en las tres primeras semanas de julio y en las últimas ruedas repuntó casi 3%, hasta 362 dólares. La mala es que por exceso de humedad, la menor cosecha podrá sentirse también en la Argentina. O sea, en montos totales, el ingreso de dólares genuinos de 2016 podrá ser similar al de 2015. Si el país sigue con alta inflación en dólares, los billetes verdes seguirán siendo escasos y las tensiones cambiarias continuarán.

DÓLAR EN EL EXTERIOR: La bajada de línea global sigue siendo la misma. Tenemos por delante un período con el dólar estadounidense más firme, un panorama con commodities con precios entre tranquilos y débiles, y una suba de tasas de interés en EE.UU. que se viene prometiendo desde hace rato, pero que nunca llega. Sin lugar a dudas, cuando la suba de tasas se gatille, las economías de la región sentirán el impacto. Pero debe tenerse en cuenta que en los últimos 12 meses los tipos de cambio latinoamericanos ya han subido en promedio casi 20%, el doble que la inflación regional, que rueda a un ritmo del 10% anual. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, auguró para los próximos meses "mayor volatilidad que la vista hasta ahora en las divisas latinoamericanas, especialmente cuando se concrete la más que probable subida de los tipos de interés en Estados Unidos antes de finales de año". Por supuesto, cada país será un caso aparte. Por el momento el foco del problema sigue centrado en Brasil. Con una gran crisis política, los brasileños sufren una gran huida de capitales, por lo que el dólar acaba de subir hasta 3,38 reales (sube 27% en lo que va de este año). Para frenar el problema, que empuja la inflación carioca hasta rozar el peligroso 10% anual, Dilma acaba de decidir la séptima suba de tasas de interés de este año, con los tipos ya colocados muy cerca del 15% anual. Los problemas de cada bloque económico prometen llevar al dólar a otro escalón, Siguen viendo al dólar en 4 reales y también tendencias bajistas contra el verde para las monedas europeas (esto complicará aún más a la Argentina si el peso sigue sin sincerarse). Y no hay que perder de vista las nubes que crecen alrededor de China. Las monedas de Oceanía y del sudeste asiático siguen mostrando gran debilidad.

DÓLAR EN LA ARGENTINA: El Gobierno gastó una batería de esfuerzos esta semana para frenar el precio del dólar y no lo logró. En los últimos 100 días el valor del blue ha subido 20%, con un aumento semanal promedio del 1,3%. Estas variaciones, proyectadas en términos anuales, dan un incremento del 60% anual, por lo que este nivel de corrida es a todas luces excesivo. Este apresuramiento del precio del dólar libre obedece a una expectativa de devaluación. Inversores y ahorristas están convencidos de que cualquiera sea el nuevo presidente, se decidirá un brusco aumento en el dólar oficial, con el valor elevado posiblemente de 9,20 a 12 pesos, es decir con un aumento del 30%.  Debe decirse, además, que este precio de casi 15 pesos ha sido acotado con el Banco Central vendiendo casi 200 millones de dólares y con la Anses desprendiéndose de bonos en dólares que a valor de mercado obligarán a pagar una deuda con tasas de más del 12% anual.

Después de estar colocadas durante abril, mayo, junio y casi todo julio en una banda que iba del 22 al 24,5% anual, las tasas máximas y mínimas de los plazos fijos se ubicaron esta semana -por disposición del Banco Central- entre un piso del 23,6% y un techo del 27% anual. Con el Central advirtiendo que revisará las comisiones de los bancos que trasladen este aumento de los tipos al costo de los créditos, la medida monetaria generó una tensión en el sistema bancario. En primer lugar, como los depósitos tienen encajes y pagan impuestos y seguros, por cada depósitos las entidades terminan pagando tasas cercanas al 30% anual. Por eso, en vez de seguir ese camino, algunos bancos optan por tomar deuda (Obligaciones Negociables) a 18 meses de plazo con tasas mixtas, fijas al principio y variables al final, atadas a tasas de grandes depósitos o a tipo de cambio). El fondo de la cuestión es que varios economistas consideran que estas "nuevas" tasas de los plazos fijos serán insuficientes para frenar al blue. Los ahorristas seguirán cancelando plazos fijos, a menos que se les pague una tasa de por lo menos el 40% anual. Por eso, se espera que el clima sea muy lluvioso, con algunos chubascos importantes.

BONOS: Entre marzo de 2013 y marzo de 2015 los títulos públicos argentinos avanzaron a un ritmo del 32% anual, claramente por encima de la inflación real. Sin embargo, en los últimos cuatro meses la cotización de los bonos domésticos achicó casi 10%. ¿Qué pasó? Las cuentas nacionales se van complicando. El país, lentamente, va entrando en rojo en casi todas sus actividades y eso, con una situación de default en varios papeles, muestra un horizonte externo con las ventanillas financieras cerradas y con todo orientado para ir hacia otro default, porque será muy complicado socialmente devaluar, pagarle el dinero a los buitres y poner los números en orden. Más allá de esto, que cierra las puertas a futuro, hay mucha selectividad en torno de cada uno de los títulos en danza. En este sentido, quienes busquen dolarizarse con ventaja deben recordar que el 3 de octubre próximo vence el pago final del Boden 2015 (un título emitido por Néstor Kirchner en 2005). Este vencimiento significa el pagó de 6.700 millones de dólares (la mitad de ese monto está en el mercado argentino en manos de tenedores locales). El valor actual de este bono es de 1338 pesos por cada plancha de 100 dólares de valor nominal. Como se cobrarán 103,50 dólares por cada plancha de 100, quien compre este papel hoy estará comprando dólares a 12,92 pesos, es decir 13,5% menos que el valor actual del blue.

ACCIONES: La clásica magia kirchnerista, que en el contexto actual identifica algunos sectores económicos con inflación en baja (risas) volvió a generar una mueca en los inversores bursátiles: los precios subieron en pesos pero bajaron medidos en dólares. Con todo, el foco de los problemas de la Bolsa no estuvo dentro de la Argentina sino en el exterior. El elemento principal fue un nuevo resbalón en la Bolsa de Shangai, que se sigue pinchando desde la burbuja creada por el Gobierno de China. Y el gran riesgo está en Brasil: con una crisis política de proporciones, la fuga de dólares continúa, la devaluación del real no cesa y las calificadoras empiezan a advertir que le pueden quitar a los brasileños la nota que los ubica como aptos para la inversión. Si eso sucede, muchos fondos de inversión del mundo deberán vender sus tenencias brasileñas por reglamento (sólo pueden tener papeles aptos). Esta situación pone en riesgo a la Bolsa de San Pablo, por lo que si había dudas para invertir hasta ahora, de aquí en más el portón bursátil se entorna todavía un poco más. Con todo, los inversores arriesgados deben entender que el precio promedio de los papeles argentinos ya bajó 25% respecto del pico que se vio hace algunas semanas.

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