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La necesidad de reactivar el desarrollo empresario

Las PyMes pierden peso y en el PIB las grandes tienen una presencia regional muy acotada

08 julio de 2015

La Fundación Observatorio Pyme (FOP) destaca que, en los últimos años, este grupo ha perdido relevancia, sobre todo en lo que respecta al sector manufacturero: en relación a 2004, el nivel de producción de las Pymes industriales está prácticamente estancado.

Vicente Donato, director del FOP, asegura que en estos últimos años se acentuó un cambio estructural productivo a favor de las grandes empresas, cuya producción industrial en diez años creció ?a diferencia de las Pymes? cerca de 49%. El especialista habla de una creciente dualización de nuestra estructura industrial. En este mismo proceso, las Pymes tienden a achicarse cada vez más, con una mayor incidencia de las microempresas (con menos de diez ocupados).

El Ieral de la Fundación Mediterránea da cuenta de este fenómeno en lo que respecta a la capacidad exportadora de las firmas. Las grandes empresas exportan 75 veces lo que exporta una PymE. El debilitamiento de su rol se agravó progresivamente en la última década. Las grandes firmas aumentaron sus exportaciones 147% (11% por año), mientras que las Pymes lo hicieron sólo en 54% (5% por año). En 2003, una grande exportaba 47 veces lo que lo hacía una chica.

Las razones de este fenómeno parecen ser múltiples: poca capacidad de reacción frente a movimientos de la demanda y a la volatilidad de precios y costos, falta de acceso al crédito, escasez de mano de obra, baja inversión en innovación y falta de infraestructura para crecer.

Menos virtuosas

Las estadísticas de la FOP también muestran que no existe una masa crítica de empresas diná- micas y competitivas entre las empresas de menor porte. El grupo “virtuoso” suma apenas 9% del total. Se trata de Pymes que utilizan la totalidad de la capacidad instalada, generan rentabilidad, toman crédito para crecer y resisten la competencia de las importaciones. El restante 81% del segmento Pyme industrial tiene serios problemas de competitividad y carece de herramientas para crecer en el lago plazo.

Frente al empobrecimiento de las Pymes, la performance de las grandes empresas tampoco es demasiado alentadora a pesar de haber tomado más peso en la producción. Si se tiene en cuenta el protagonismo de las mayores locales en el mapa productivo regional se observa que desde hace años, las empresas argentinas no logran aumentar su participación ni mejorar su posicionamiento. Entre las 100 primeras empresas del último ranking del Latin Trade, elaborado por Deloitte, figuran sólo cuatro empresas argentinas. Dos son del grupo Techint ?Tenaris y Ternium?, la tercera es la cordobesa Arcor y la cuarta es Impsa, del grupo Pescarmona, que actualmente está en cesación de pagos.

El informe señala que si bien Argentina es la tercera mayor economía de la región (con 9% del PBI regional), sólo representa 4% de la lista de las mayores 500 y apenas capta 2% de los ingresos regionales. Otra vez, aparecen serios problemas para competir, crecer y proyectarse en el mercado global.

Nuevas empresas Los especialistas aseguran que la clave está en dinamizar la creación de empresas. Si bien Argentina se caracteriza por tener una tasa considerable de nuevos negocios, desde 2011 las condiciones y las perspectivas de crecimiento de los proyectos se deterioraron. En 2014, la tasa de actividad emprendedora ?proporción de la Población Económicamente Activa (PEA) que emprende? según el reporte del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) fue de 14%, mientras que en 2011 era de 21%.

En realidad, lo que más preocupa es la disminución de las nuevas iniciativas que se generan por oportunidades del mercado porque son generalmente las que tienen un mayor crecimiento y capacidad para sobrevivir. Los últimos números muestran que cada cuatro, diez emprendedores genera su negocio por necesidad y como una forma de autoempleo.

El Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem), del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), da cuenta también de cierto empeoramiento de las condiciones para emprender. En el último trienio, Argentina logró sostener el valor del Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico, para mantenerse entre los primeros cinco de la región. Pero a pesar de ciertas ventajas en los índices ? como los de educación y los de condiciones sociales- una parte del ecosistema emprendedor, la falta de financiamiento y cierta dependencia a las condiciones de la demanda para expandirse determinan que los emprendimientos sean más vulnerables.

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