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"Hay que recomponer las reservas del BCRA"

Entrevista a Nicolás Dujovne

19 junio de 2015

(Por Facundo Matos Peychaux) Recientemente, la provincia de Buenos Aires logró un canje de deuda con un nivel de adhesión del 75% y previamente había emitido deuda también exitosamente. ¿Se encamina la situación financiera de la PBA? Sí, la provincia en los últimos años ha logrado poner en caja su resultado fiscal, básicamente por necesidad, porque no está recibiendo fondos discrecionales del Gobierno Nacional desde hace tiempo, y entonces se vio obligada a hacer un ajuste fiscal muy grande, a diferencia de la Nación, con los gastos creciendo por debajo de los ingresos. Y el financiamiento de las amortizaciones de deuda, que este año implican un vencimiento de US$ 1.000 M, se alcanzó entre la plata nueva y lo que logró canjear, con lo cual el horizonte financiero de la PBA luce despejado a costa de una gran restricción en las prestaciones por el lado del gasto. A futuro, ¿no implica un costo mayor endeudarse para pagar deuda? No, la deuda que tiene la Provincia en relación a su PIB es muy baja, insignificante. Además, la deuda que tomó es para pagar deuda, así que no es que subió sino que la renovó. Mientras tanto, a nivel nacional, el Gobierno se endeuda para financiar la transición frente a la escasez de divisas. ¿Cómo se sale de esto? Lo que necesita Argentina es volver a tener una corriente de inversión directa, poder refinanciar sus vencimientos de deuda para no tener que usar las reservas que ya han alcanzado un nivel muy bajo, y encontrar fuentes genuinas y permanentes de ingreso de divisas y no estar permanentemente dependiendo de un swap con China u otros mecanismos similares. Necesitamos recomponer las reservas del Banco Central, que hoy tiene un stock de los más bajos del mundo. Menos del 6% del PIB. Mientras los emergentes tienen, en promedio, alrededor del 20%. Esta escasez nos deja muy expuestos a eventuales vaivenes financieros. ¿El nivel de reservas va a ser uno de los indicadores a tener en cuenta por el próximo gobierno a la hora de llevar a cabo algunas de las medidas que prenuncian los candidatos presidenciales, como quitar el cepo cambiario o corregir el atraso cambiario? Sin dudas, el hecho de tener reservas tan bajas nos está hablando de desbalances en algunos sectores de la política económica. Es el síntoma. La enfermedad es que Argentina está en una crisis de balanza de pagos lenta, donde la dirección de las reservas es hacia abajo, con serruchos, pero hacia abajo. Lo que refleja eso es una salida de capitales permanente, en cierta medida por la baja calidad de la política económica y la falta de incentivos para ahorrar en moneda local porque las tasas de interés son menores a la inflación. Y un tipo de cambio real que hoy está en desequilibrio, se está apreciando fuerte contra el dólar cuando todas las monedas se están depreciando, lo que lleva a problemas de competitividad muy visibles. Que las reservas sean bajas es un síntoma, la enfermedad es el desalineamiento entre las tasas de interés y el tipo de cambio real producto de políticas monetarias y fiscales muy expansivas. Argentina tiene que recuperar fuentes de divisas al margen de lo que genera el intercambio comercial, que ya incluso prácticamente es inexistente porque si no estuviesen las restricciones a las importaciones, que por otro lado frenan la capacidad de crecer de la economía, ya no habría superávit comercial. Si la tendencia de pérdida de divisas está firme, tanto en la balanza de servicios como en la comercial y en otras áreas, ¿por qué las reservas se van a recuperar tan fácilmente de un día para el otro ante el cambio de gobierno? Lo que vaya a ocurrir va a depender de lo que haga el próximo gobierno. Nada dice que todo vaya a cambiar necesariamente por el cambio de gobierno. Pero hace falta tener un programa económico muy integral para dar vuelta el deterioro que estamos teniendo en todos los segmentos de la economía. Solo así van a subir las reservas: si tenemos ese programa económico. La confianza se va a recuperar eventualmente pero eso solo va a ocurrir cuando veamos que un tenedor de pesos quiera ahorrar en moneda nacional porque las expectativas de suba de precios sean menores, y eso sólo va a ocurrir cuando se sincere el tipo de cambio y se corrija el déficit fiscal, que permita bajar la expansión monetaria. Además, para que suban las reservas hace falta resolver la cuestión de los holdouts porque sin una solución en ese aspecto, va a ser muy difícil poder renovar los vencimientos de deuda con nueva deuda, que es lo que hacen los países normales, que van bajando su deuda con relación al PIB porque crece el producto pero las amortizaciones de deuda las renuevan pagando intereses con superávit primario. O sea que hay cambios que vendrán más lentamente. Lo que Argentina debe hacer es cambiar su política monetaria y fiscal, y si lo hace, podrá cambiar también su política cambiaria, pero hay que hacer las tres cosas juntas. No todo el ajuste fiscal tiene que ser al principio pero tiene que ser claramente explicado cuál va a ser la secuencia que nos lleve a una situación fiscal compatible con la estabilidad. ¿Es decir que en el debate gradualidad versus shock no debería ser uno u otro sino que se puede combinar ambos siempre y cuando se explicite rápidamente la dirección que tomarán las políticas? Sin dudas. Por más que lo fiscal lo vaya haciendo de a poco, lo cambiario se puede hacer más rápido si los anuncios son creíbles. Se puede ser gradual en la reducción del déficit pero no en el anuncio de cómo va a ser. Además, a medida que se vaya logrando, se va a ser más creíble y, por ende, más se va a poder abrir el mercado cambiario. No hay que hacer todo al principio sino anunciar todo al principio, y tener un programa muy creíble con las explicaciones muy explicadas.

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