“En el primer trimestre, el comercio total presentó una caída del 15,7% con respecto al mismo período del 2014. Dichos valores surgen como resultado de una contracción del 15,6% de las exportaciones y una del 15,9% para las importaciones”, explica un informe de Abeceb.com.
En los tres primeros meses, las ventas al exterior fueron de U$S 13.395 millones y las compras, de U$S 13.227 millones, con lo cual el saldo para el período alcanza un total de U$S 168 millones.
Los analistas prevén un año complicado en el plano comercial. “Va a ser un año bastante malo para las exportaciones. Las de combustible vienen en caída, las industriales están sintiendo la pérdida de competitividad y la caída de Brasil, y las ventas del sector agrícola pueden mostrar una mejora en cantidades pero es difícil compensar la disminución entre 20 y 25% de los precios que están sufriendo”, añaden desde Abeceb.com. Para peor, en los últimos años se ha producido una concentración de los destinos de exportación, precisamente en países que se desaceleraron o disminuyeron sus compras al exterior. “Como resultado de esa concentración tenemos mucha exposición a países con poco dinamismo: Brasil en recesión, China en desaceleración, Venezuela con serios problemas políticos y algunos países europeos, con economía planchada”, advierte el titular de la consultora DNI, Marcelo Elizondo.
A su vez, lo mismo sucede con la concentración de los productos exportables. Como señala Claverí, “lo que empuja las exportaciones en la Argentina es básicamente el sector agrícola, el automotriz y algo del minero. Y lo que ha pasado recientemente es que con los problemas en Brasil se están contrayendo mucho las exportaciones de vehículos, con lo cual te queda esencialmente el agrícola, que ahora están recibiendo el impacto de la disminución de precios”.
Por todo ello, según las proyecciones de Abeceb.com, las exportaciones caerán 8,5% a US$ 66.000 M y las importaciones, 6% hasta los US$ 61.500 M, dando un resultado superavitario de US$ 4.500 M para todo el año. En tanto, para Elizondo, las exportaciones serán aún más bajas (entre US$ 63.000 M y US$ 64.000) y las importaciones, entre US$ 58.000 M y US$ 60.000 M, con un superávit comercial esperable de alrededor de US$ 4.000 M o menos.
