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Luis Felipe Noé

Aportes a la economía de la creatividad

25 septiembre de 2013

(Columna de Julio J. Elías, Director Ejecutivo del Centro de Economía de la Creatividad, Universidad del CEMA y economista Jefe del Banco de Inversión y Comercio Exterior)

“A diferencia de otros tipos de invención, en el proceso creativo artístico hay un elemento fundamental que es el ficcional. Creo que la capacidad ficcional del hombre es lo que separa al hombre de los otros animales. Para los animales, las cosas, los objetos, no tienen nombre, tienen presencia. Con el lenguaje comienza la ficción y con la ficción comienzan dos niveles de la realidad, la realidad sin nombre y con presencia, y la realidad ficcional. Esta capa, la del lenguaje, siempre está en proceso de invención. Los lenguajes artísticos se reconsideran y se reinventan de forma permanente”.

Así se refirió a la creatividad en el arte el artista Luis Felipe Noé en la entrevista con imágenes que le realizó la historiadora y curadora de arte Mercedes Casanegra, en el marco del IV Ciclo Carreras Creativas organizado por el Centro de Economía de la Creatividad de la Universidad del CEMA. Uno de los principales propósitos de este ciclo anual de conferencias es aprender sobre el proceso creativo y de innovación a partir de la carrera de grandes artistas. Es por ello que desde su inicio, en el año 2010, han participado de las entrevistas grandes artistas como Nicolás García Uriburu (2010), Marta Minujín (2011) y Gyula Kosice (2012).

En economía resulta fundamental aprender sobre progreso tecnológico e innovación, ya que se trata de una de las fuentes más importantes del desarrollo económico. A fines de los noventa el economista David Galenson de la Universidad de Chicago inició una nueva línea de investigación en economía: aprender sobre innovación y creatividad a partir del arte, ya que los grandes artistas son grandes innovadores.

Luis Felipe Noé es un innovador extraordinario. Su trabajo está motivado por teorías e ilustra nuevas ideas; es un caso arquetípico de lo que David Galenson llama un innovador conceptual. Sobre la idea del caos subyacente en sus obras señala: “Mi idea de caos va cambiando en el tiempo, ya que el caos es un concepto vivo. Hoy entiendo por caos al orden de la permanente transformación de las cosas. Es decir que es un orden casi imperceptible, una cosa lleva a cambiar a la otra, el cambio se va dando segundo a segundo, es lo impredecible. El caos no tiene un opuesto, si lo tuviera sería muerte”.

Sus pinturas resultan un instrumento para pensar y reflexionar sobre el acontecer histórico y político. “Mi padre me contagió el espíritu de la historia argentina y lo que sentía era la violencia permanente que fue la protagonista del Siglo XIX y también la que se venía. 'Convocatoria a la barbarie de la Serie Federal' (1961) lo hice dentro del contexto de la historia argentina. Ahí me replanteé que en un mundo de tensiones yo tenía que plantear rupturas”. Mercedes Casanegra señala que Noé es uno de los protagonistas de un fuerte cambio que se dio en el arte a fines de los años 50, cuando se produjo una ruptura en los códigos establecidos hasta entonces.

En 1961, Noé junto a Ernesto Deira, Jorge de la Vega y Rómulo Macció presentó en la Galería Peuser la muestra 'Otra Figuración' que marca un verdadero hito en el arte contemporáneo de nuestro país. Las innovaciones conceptuales consisten generalmente en síntesis inesperadas del arte reciente, que paradójicamente tienen el efecto de violar las convenciones básicas del arte. Este nuevo movimiento artístico combinó técnicas del arte abstracto para representar la figura. Como lo explica el propio Noé: “Hice mi primera exposición en el contexto del informalismo, que en ese mismo año se estrenaba en Buenos Aires. Entonces yo lo relacionaba con la action painting y lo que me interesaba era la gestualidad pero vinculada al sujeto de la gestualidad que es el hombre. Por lo tanto, ahí empezó a andar la idea de interrelacionar lo abstracto con lo figurativo”.

El impulso innovador de Noé nunca se detuvo. Recorriendo sus trabajos se tiene la sensación de que fueron realizados por artistas completamente diferentes. Realizó instalaciones. Incorporó el paisaje en la serie 'La naturaleza y los mitos' (1975), retomó la temática de la historia latinoamericana en su serie 'Conquista y violación de la naturaleza' (1975), trata la intolerancia étnica en 'Cuadro de la intolerancia' (1998), mostrando su sinsentido. Junto a Eduardo Stupía desarrolló el proyecto 'La línea piensa', un espacio en el Centro Cultural Borges dedicado a difundir y promover el dibujo con artistas de todo el país. “En este momento de crisis de la pintura, hay un descubrimiento del dibujo”, explica Noé en una entrevista con Clarín.

En el año 2009 representó a la Argentina en la 53º edición de la Bienal de Arte de Venecia. El curador de la muestra, Fabián Lebenglik, señala: “Tanto las enormes dimensiones de 'La estática velocidad' como las piezas fragmentarias de marcos irregulares que componen 'Nos estamos entendiendo' suponen un mundo, la imagen del mundo que ofrece Noé, artista del presente y del futuro”. Hacia el final de la conferencia organizada por el Centro de Economía de la Creatividad de la Universidad del CEMA, el artista recibió el premio Carreras Creativas 2013 que se otorga anualmente.

En el discurso de entrega, el economista David Galenson, director académico del Centro, señaló: “A fines de los 50 y principios de los 60, una nueva generación de jóvenes artistas cambió la manera de hacer arte con respecto a sus predecesores, los expresionistas abstractos y los informalistas. Sus contribuciones implicaron la incorporación de nuevas ideas, rompiendo las reglas de las formas de arte existentes. En este período, ya no es el movimiento y el estilo lo que le da unidad al arte, sino el artista individual. En este cambio deliberado, Luis Felipe Noé pasó por toda una serie de lo que se pueden considerar estilos o géneros diferentes. Esto no fue el fin del arte, como lo expresó en su momento el crítico Arthur Danto, sino el inicio de una nueva manera de hacer arte, una en la que el individuo, el innovador conceptual, es el agente de cambio, y Luis Felipe Noé es una clara demostración de cómo se produce esto”.

Como lo expresamos en el anuncio del premio, la obra de Noé es un fascinante registro de la mirada lúcida de un innovador conceptual en su recorrido por el mundo del arte y el acontecer histórico y político de nuestra región y del mundo, que continúa al día de hoy.

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