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Recuperar el clima inversor

Es fundamental para volver a crecer

26 abril de 2013

(Columna de Fausto Spotorno, director del área de Research de OJF & Asociados)

Durante el primer trimestre la actividad económica creció muy poco: 0,7% de acuerdo al IGAOJF, luego de un año, como el 2012, en que la economía estuvo prácticamente estancada. La expansión esperada para el 2013 estará en torno a 3,6%. Sin embargo, esta cifra es producto del rebote en la producción agrícola, de una utilización adicional y marginal de la capacidad instalada en ciertos sectores industriales, de la recuperación de Brasil y de efectos estadísticos. Estos factores no son repetibles ni sostenibles.

Los factores que deberían impulsar el crecimiento de mediano plazo y de forma sustentable, como la productividad, la inversión reproductiva y la confianza, entre otras, no están.

Esto plantea serias incógnitas sobre la capacidad de crecimiento de la economía más allá del 2013. Hasta ahora, la economía argentina ha mostrado una recuperación menor que la esperada. Sin embargo, el primer trimestre no es tan relevante: la clave del crecimiento en 2013 se verá en el segundo trimestre.

Para el período abril-junio es posible que se junten cuatro factores que impulsen la actividad económica: la mejora en la economía brasileña, la entrada de la cosecha gruesa, el efecto positivo sobre el consumo producido por las paritarias y algún empuje proveniente de la obra pública preelectoral. En este contexto, esperamos que en el segundo trimestre se vea un “salto” de la actividad económica. Sin embargo, los puntos clave de la actividad económica son: Brasil, para la industria, y la cosecha, para el agro.

Si bien Brasil atraviesa una situación delicada en cuanto a las perspectivas económicas para este año, esperamos un crecimiento del 3,2% anual. La inversión y la producción industrial fueron las variables más afectadas el año pasado, pero el sostenimiento del empleo y el consumo lograron evitar una caída de su PIB, que apenas creció 0,9% anual. Si bien éstos están mostrando señales de desaceleración, la industria habría empezado su proceso de recuperación y evidencia datos alentadores para lo que es este año. De esta manera, el crecimiento de Brasil en 2013 estará vinculado a la mejora en el agro, y su efecto arrastre en otros sectores, y a un incremento de las exportaciones industriales vinculadas a una mejor perspectiva global.

Panorama local

En 2012 la industria local sufrió un retroceso del orden del 1,7% anual. Esta fue la primera caída interanual luego de dos años y de haber recuperado el nivel previo a la contracción del 2009. Esta baja se debió en primer lugar a la caída en la producción de automotores (en el año se produjeron 7,8% menos que en 2011), sector que está fuertemente vinculado con Brasil. Por lo tanto, la expectativa para el 2013 es más alentadora considerando que el sector automotor estaba empezando a evidenciar tasas de crecimiento positivas en los últimos tres meses del año pasado.

Por otro lado, la cosecha esperada para este año, si bien será mejor a la del año pasado, no se espera que sea extraordinaria. Puntualmente, la estimación para la soja, cultivo estrella de todas las campañas, sigue reduciéndose en la medida que no mejoren las condiciones climáticas. No obstante, se espera que la cosecha de los cuatro principales cultivos sea 13% superior a la del año pasado.

La construcción, y los sectores asociados a ella como lo son la producción de insumos y las actividades inmobiliarias, tuvieron un mal 2012 (acentuado por la imposición del cepo cambiario a fines del 2011); que este dinamismo mejore en 2013 dependerá casi exclusivamente de la obra pública, teniendo en cuenta que es un año electoral. Contrariamente, el sector que alentó el crecimiento y lo seguirá haciendo en 2013 es el de intermediación financiera. En la medida en que se mantenga la aceleración inflacionaria, el sector continuará siendo atractivo. El año pasado creció 17,4% anual y si bien se espera una desaceleración, seguirá traccionando la economía en su conjunto.

El año entrante

De cara al 2014, todo se complica. La productividad de la industria está descendiendo y lo mismo sucede con las inversiones. En un contexto de escasa capacidad ociosa, esto hace difícil que la industria pueda crecer en el mediano plazo, sobre todo si hay restricciones para importar insumos y se pierde competitividad por la inflación. Adicionalmente, el agro difícilmente pueda aumentar la producción y la construcción se irá debilitando por la escasez de operaciones en el mercado inmobiliario. Por ello, si Argentina no logra recrear condiciones favorables para los inversores, lo más probable es que la economía entre en un proceso de menor crecimiento y mayor inflación.

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