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Sistema previsional

¿Hacia el déficit?

29 octubre de 2012

(Columna de Lucas Ronconi, economista de la Fundación Pensar)

La Argentina hereda una pesada carga fiscal producto de las malas políticas previsionales implementadas por el Gobierno Nacional durante la última década. Con un horizonte de corto plazo, se aumentaron los gastos del sistema minando la sostenibilidad previsional.

Primero, el Gobierno se apropió de los fondos acumulados en las AFJP (que a marzo de 2012 representan $ 209.000 millones), pero en lugar de invertirlos con un criterio de rentabilidad a fin de cubrir los futuros haberes jubilatorios de los exaportantes al sistema de capitalización, los utiliza para autofinanciarse a bajo costo (en el 2011 el retorno real del Fondo de Garantía de Sustentabilidad fue aproximadamente de 12%).

Segundo, el Gobierno incrementó la cobertura a través del otorgamiento de beneficios a personas que no habían contribuido al sistema (lo que llevó el número de beneficiaros de 3,5 a 7 millones), pero no hizo ningún esfuerzo en prever mecanismos que financien dicho incremento de las erogaciones.

Tercero, el Gobierno contuvo el gasto vía el parcial congelamiento de los haberes de jubilados con ingresos medios y altos, pero ello generó demandas judiciales que llegaron a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (casos Badaro y Elliff) y que, en algún momento, se deberán saldar.

Cuarto, el actual sistema previsional otorga a las personas de ingresos medios y altos un haber jubilatorio muy bajo respecto a su salario. Por ejemplo, una persona que durante su vida laboral tuvo un salario medio (que en la actualidad representa $6.000 por mes) hoy se jubila con un haber que apenas llega al 60% de su online slots salario, muy por debajo del pretendido 70%, y más aun del 82% móvil. Para los asalariados de ingresos elevados la tasa de sustitución es aún más baja. Esta situación está generando (y generará a futuro) mayor litigiosidad.

Finalmente, el Gobierno continúa financiando al sistema con recursos que en realidad deberían ir a las provincias (el 15% de la masa coparticipable), ya que dicho arreglo dejó de tener sentido desde que el Gobierno Nacional recibe los fondos que antes iban a las AFJP.

Proyecciones

En la Fundación Pensar hemos cuantificado la magnitud de estos problemas, proyectando la evolución financiera del sistema previsional durante el período 2012-2030 (ver el documento en http://www.fundacionpensar.org /DDPP/DPP032_Proyeccionesdel- sistema-previsional.pdf). Las proyecciones indican que, aún en el caso en que se continúe dejando para el futuro los problemas mencionados, el sistema entraría en déficit en 2015 y que hacia 2030 el déficit representaría 3 puntos porcentuales del PIB. Si se diera debida respuesta a las demandas judiciales, el déficit en 2030 llegará a 9 puntos del PIB. Si además se dejan de retener los recursos de la coparticipación, el déficit treparía hasta 13,5%. Finalmente, si se asegurara a los contribuyentes un haber equivalente al 70% del salario, el déficit de 2030 superará los 15 puntos del PIB.

En pocas palabras, es imperioso introducir medidas correctivas y comenzar a desactivar esta verdadera bomba de tiempo previsional y fiscal.

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