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Menos presión por la deuda en 2013

Un dato que aporta algo de tranquilidad.

27 julio de 2012

Tras los sucesivos indicadores que van dando cuenta de la desaceleración abrupta de la economía y su posible ingreso en una fase de estancamiento, los analistas comienzan a poner la lupa en 2013. Las estimaciones por ahora se mueven con tres supuestos centrales: que el segundo semestre del año será bastante mejor que el primero y que la Argentina comenzará a recibir mejores noticias de lo que sucede con su actividad productiva; que para 2013 la producción agropecuaria batirá un nuevo récord (principalmente por la soja), lo que traerá alivio tanto a las arcas públicas, como al mercado cambiario y mismo a los sectores productivos que reciben el impacto directo de los ciclos del agro (caso construcción, maquinaria agrícola, metalmecánica, entre otros).

Pero un tercer supuesto que aparece en escena, es que como este año el país muy posiblemente no crecerá más de 3%, el año próximo no habrá que pagar renta por el cupón PIB que, justamente, está atado al crecimiento. Eso se conjuga con que tampoco habrá que enfrentar más vencimientos de los BODEN 2012. En total son casi US$4.000 millones que no habrá que desembolsar y que dejarán un alivio muy esperado en la posición de reservas internacionales.

Las cuentas preliminares sobre las necesidades financieras del año próximo indican que si bien hay vencimientos por capital e intereses cercanos a los US$ 13.000 millones en 2013, lo único que necesitará cumplimiento estricto son los US$ 4.550 millones en manos de tenedores privados y otros US$ 2.000 millones que corresponden a vencimientos con organismos multilaterales (la mayor parte de la deuda con organismos multilaterales es refinanciable fácilmente con nuevos préstamos). El resto de los vencimientos de deuda en 2013 serán principalmente con organismos públicos, como el Banco Central, la Anses y otras reparticiones, que podrán ser refinanciados sin dificultad.

Es que si algo hizo la Argentina en los últimos años, fue cambiar la composición de sus pasivos, que de estar mayormente en manos de tenedores privados y externos, pasó a estar en manos principalmente de tenedores públicos y locales. Así, para 2013 se espera un año más relajado, y si el mundo y el clima ayudan, estarían dejando un crecimiento económico estimado en 4%.

(De la edición impresa)

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