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Brasil y la Argentina

Dos respuestas distintas a la crisis.

25 abril de 2012

Desde hace unos meses, la economía mundial se encuentra pendiente de la crisis de la UE. Por el momento, los emergentes siguen creciendo, pero a tasas menores. Los casos de la Argentina y Brasil son elocuentes, con distintas respuestas al nuevo escenario, que muestran los diversos senderos de ambas economías.

Metas de inflación y “metas de crecimiento”

En materia de actividad económica, el impacto de la crisis mundial es inevitable, aunque no se puede hablar de recesión, sino de desaceleración. El FMI redujo sus proyecciones de crecimiento para 2012: para Brasil prevé 3% anual, frente al 7,5% de 2010 y 3,5% de 2011. El PIB de Brasil habría alcanzado U$S 2,4 billones en 2011, siendo la sexta economía del mundo. En tanto, el de la Argentina, rondaría los U$S 380.000 millones, según el INDEC.

La Argentina creció 8,9% en 2011, y los pronósticos 2012 son del orden de 4%. Brasil sigue “metas de inflación”, mientras que la Argentina sigue “metas de crecimiento”, según la definición que diera la Presidenta. Es decir, para Brasil es clave alinear los precios internos con los internacionales, dado que su economía está muy internacionalizada y pretende ser un líder global.

Por eso, el Banco Central fija la tasa Selic en niveles superiores (9% anual) a la inflación: el IPCA (IBGE) ha medido 6,5% en 2011. En el caso argentino, la inflación es “un medio para crecer”, en una economía orientada esencialmente al mercado interno y al consumo, según la posición oficial.

Internacionalización de las economías

Para Brasil la internacionalización de su economía es clave; para la Argentina, no es un tema decisivo. El balance de pagos de Brasil terminó 2011 con un déficit de U$S 52.600 millones, 2,12% del PIB, el mayor desde 1947. La contracara es el superávit de la cuenta capital, reflejando la alta entrada de capitales financieros y de IED. Esta última batió récord en Brasil en 2011, mostrando el grado de internacionalización de su economía y la confianza del resto del mundo en el país norteño. La IED entrante en Brasil fue en 2011 de U$S 101.700 millones, frente a una IED brasileña en el exterior de U$S 35.000 millones, lo que explica en buena medida el déficit de balance de pagos.

El “dólar barato” por una década ha permitido la capitalización y la internacionalización de las corporaciones brasileñas, pues en Brasil la moneda local apreciada implica más inversión, y no más consumo, como suele ocurrir en la Argentina desde hace décadas. El BNDES ha privilegiado con sus préstamos a los “campeones nacionales”, es decir, a las grandes corporaciones de Brasil, para que realicen IED en el exterior, con la capacidad de competir y ser líderes globales. Brasil Foods o Petrobras son algunos de los casos más emblemáticos.

En la Argentina, por su parte, la IED entrante en 2011 alcanzó la cifra de U$S 6.500 millones, siendo tres veces menor a la de Colombia o Chile, y reflejando una inserción global menor. Esta posición de menor exposición al mundo ha permitido que el país se encuentre inmune a los shocks financieros globales, pero ha incrementado el grado de autarquía económica y limitado los benchmark de competitividad de su producción.

En la Argentina, el proceso de renacionalizaciones y creación de capitalismo nacional se ha centrado, como ocurrió históricamente, en la consolidación de grupos empresarios orientados a la producción de bienes no transables, y por ende no sujetos a la competencia internacional, no siendo los mercados externos un objetivo explícito. Como respuesta a la crisis global, el proteccionismo avanza en los dos países, aunque mucho menos en Brasil que en la Argentina, pues Brasil tiene una estrategia de internacionalización de su economía.

Brasil ha renegociado, por ejemplo, el acuerdo automotriz con México, ha impuesto límites a la entrada de algunos productos chinos como los textiles, y ambos países han sumado al Mercosur a un alza del Arancel Externo Común hasta el máximo de 35% permitido por la OMC, para algunos productos industriales. La Argentina, por su parte, ha incrementado las restricciones a la salida de divisas en 2012, con la obligación de retener remesas en el país, fuertes controles cambiarios, y un estricto control a las importaciones, introduciendo la obligación de presentar una declaración jurada de autorización de importaciones previa a las operaciones, ante la AFIP y la Secretaría de Comercio.

Además, se incrementaron los mecanismos proteccionistas para proteger a la industria nacional, limitando el ingreso de importaciones, si bien el 70% de estas se compone de bienes de capital, repuestos e insumos industriales intermedios.

Sociedad y educación: objetivos pendientes

En materia de calidad de vida, tratándose de dos países latinoamericanos con segmentos de población bajo la línea de pobreza, los avances son cautelosos, más allá de las estadísticas. En Brasil el desempleo cayó desde 12,6% en 2003 a 6% en 2011, según el IBGE, y el plan Hambre Cero redujo la pobreza en 25 millones de personas.

En la Argentina, el desempleo es del 7,2% vs. 23% en 2003, y la Asignación Universal por Hijo mejoró los ingresos de los más carecientes. La educación es otro de los temas centrales. En Brasil, el 85% de la matrícula escolar es generada por la educación pública. En la última edición de la pruebas PISA (2011), realizada entre 65 países ?entre los cuales no estuvo la Argentina, que decidió renunciar a participar? los alumnos de las escuelas privadas brasileñas tuvieron una nota media similar a la de los estudiantes de EE.UU.

En tanto, los alumnos de escuelas estaduales y municipales alcanzaron una media baja, similar a la de Albania. El sistema público de educación parece no cumplir los objetivos de movilidad social. Precisamente, aquí se encuentra uno de los mayores desafíos de ambas sociedades: lograr sistemas de educación básica eficaces para insertar a las próximas generaciones, y así a los propios países, en la sociedad del conocimiento, que es la clave del desarrollo en el Siglo XXI, con proyectos sociales de equidad.

(De la edición impresa)

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