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Se duplicó el gasto público

En los últimos 7 años.

29 marzo de 2012

Un trabajo del Instituto para el Desarrollo Social Argentina señala que los ingresos públicos aumentaron a un ritmo vertiginoso entre 2004 y 2011, “ayudados por un contexto económico inéditamente favorable y un crecimiento voraz de la presión fiscal. Sin embargo, no alcanza para cubrir el aumento del gasto público.

En sólo siete años, el gasto público más que se duplicó, por lo que el resultado del sector público pasó de un cómodo superávit a un fuerte déficit fiscal que explica la urgencia por liberar al Banco Central de su restricción para que pueda emitir dinero sin respaldo”. Tomando los ingresos y gastos del sector público nacional, y corrigiéndolos por el índice de precios implícitos del producto (que refleja la evolución del promedio de precios de la economía), el trabajo de IDESA observa que la dinámica de las cuentas públicas entre los años 2004 y 2011 fue la siguiente:

-Los ingresos del sector público nacional pasaron de $300.000 millones a $555.000 millones a precios del 2011, es decir, tuvieron un crecimiento real del 85%.

-Los gastos del sector público nacional pasaron de $270.000 millones a $585.000 millones a precios del 2011, o sea, tuvieron un incremento real del 117%. De un superávit de $30.000 millones en el año 2004 el sector público nacional pasó a un déficit de $30.000 millones en el año 2011.

Según IDESA, “el proceso es tan intenso que, aún en un contexto económico muy favorable y con una presión impositiva llevada a niveles récord, las cuentas públicas muestran un déficit creciente. Se ha llegado al punto en que la voracidad fiscal subordina instituciones muy relevantes para el desarrollo social, como el sistema previsional, el Banco Central y el federalismo, en pos del objetivo de paliar los desequilibrios del Tesoro Nacional. Esta es una de las secuelas más dañinas del manejo poco profesional del sector público. Las reformas al Banco Central tienen como trasfondo, en esencia, lo mismo que la confiscación de los ahorros previsionales: cubrir el déficit fiscal”.

(De la edición impresa)

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