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El discurso de Cristina

La economía, eje clave.

02 marzo de 2012

En su extenso discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, la Presidenta le otorgó un amplio espacio a las cuestiones económicas. Como en ocasiones anteriores, hizo más hincapié en destacar el camino recorrido que en hacer anuncios. También como es habitual se concentró en destacar éxitos y esquivó toda referencia a algunos problemas que subsisten. Es razonable que la Presidenta destaque el crecimiento de los últimos años, que colocó a la Argentina en los primeros lugares del ranking mundial en ese aspecto. Menos razonable es que no se haya hecho ninguna referencia a la elevada tasa de inflación, que es el principal desequilibrio de la economía del país que, también en ese tema, lamentablemente, se destaca a nivel internacional.

Hubo, en el discurso presidencial, pocas señales para la agenda económica de corto plazo. Sí ratificó la importancia de los subsidios y el papel que tuvieron en la recuperación económica del país por lo cual cabe esperar una reducción gradual de los mismos. En materia de política cambiaria se ratificó el esquema de flotación administrada y todo indica que el proceso de apreciación del peso continuará. En materia de políticas sectoriales, defendió lo hecho en materia de transporte ferroviario, pero hizo un reconocimiento implícito a ciertas falencias, destacando que el pago de la deuda contraída durante otros gobiernos impidió hacer las inversiones necesarias. En el caso del transporte aéreo no dejó dudas en cuanto su apoyo a la gestión en Aerolíneas Argentinas.

Pero, sin lugar a dudas, el tema que más impacto político produjo fue el abierto cuestionamiento de la Presidenta a la decisión del gobierno de la ciudad de no seguir adelante con el traspaso del subte. La cuestión no es de resolución sencilla en la medida en que no hay empatía política entre ambos gobiernos. En una de las cuestiones que más polémicas generó en los últimos tiempos, como es el caso de la megaminería, el mensaje de Cristina Fernández no dejó lugar a ninguna duda sobre su permanente apoyo a esa actividad. Recordó que muchos de los países que suelen ser presentados como ejemplos a seguir tienen una intensa actividad minera.

Contra todos los pronósticos no hubo ningún anuncio con relación a YPF. A partir de los cuestionamientos oficiales a los niveles de producción, hubo versiones de todo tipo sobre el futuro de la empresa. Los mercados recibieron con entusiasmo que no se haya avanzado en una mayor injerencia estatal en la empresa, más allá de que las diferencias continúen. A su vez, la Presidenta sorprendió al anunciar la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que dará lugar a un intenso debate. También desestimó una nueva ley de entidades financieras que era impulsada por un sector del kirchnerismo y algunos aliados. De todas maneras, algunas de las reformas que proponían podrían reflejarse en la modificación de la Carta Orgánica del BCRA. Si algo no le faltó al mensaje presidencial fue contenido económico.

(De la edición impresa)

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