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Se espera más de 10% de devaluación para el próximo año

Una novedad para el kirchnerismo.

09 septiembre de 2011

El último informe del Estudio Broda presenta un dato que describe bien la sensación de la calle. “El mercado espera una tasa de devaluación de 16,5% para los próximos 12 meses, cuando en la era K nunca se devaluó más de 10% por año”. El Banco Central intensificó el grado de devaluación. En agosto el peso se depreció a un ritmo anualizado de 17,6% cuando venía haciéndolo al 5% anual.

Según Miguel Angel Broda, titular del Estudio Broda, la mayor fuga de capitales tiene que ver con que no se sabe qué política macroeconómica implementará el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a partir de diciembre (dando por descontado su triunfo en octubre). En un clima de mayor incertidumbre acerca del rumbo económico, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo pasó de 3,4% a principios de julio a 5% a comienzos de septiembre.

“El problema es que hay una inconsistencia entre la política monetaria y la cambiaria: el Central está inundando de pesos la plaza, alimentando la fuga de dólares. Es que no quiere renunciar a la política de expansión del gasto nominal”. Entre mayo y agosto el BCRA expandió la oferta de dinero primario en $ 4.400 millones promedio por mes. El incremento se consiguió pese a que la autoridad monetaria pasó en tres meses de emitir pesos para comprar dólares excedentes a vender divisas. El Banco Central emitió dinero por otras vías como el financiamiento al Fisco y la renovación de los vencimientos de las Lebac.

Según Broda la política monetaria actual tiende a alimentar la fuga de capitales. “En la medida en que se desaceleraba la demanda de dinero y disminuía el exceso de oferta de divisas del mercado cambiario, el BCRA aceleró el ritmo de expansión de la moneda llegando a emitir por estos dos conceptos $17.600 millones en los dos últimos dos meses. En consecuencia, una buena parte de los pesos emitidos se volcó a la fuga de divisas”.

Para Broda, no sólo hay inconsistencia entre la política monetaria y cambiaria sino que, además, la incertidumbre es elevada por otros cuatro motivos. Primero, no hay un Presupuesto creíble y no se sabe qué hará el próximo gobierno en material fiscal. Segundo, el Programa Monetario es irrelevante y hoy nadie tiene noción de cuánto emitirá el Central en 2012. Tercero, tampoco se cuenta con estadísticas creíbles. Cuarto, aumentó la percepción de que Cristina Kirchner y su equipo económico no pensaron cómo será la política económica en los próximos dos años.

“Da la sensación de que el oficialismo no se ha puesto a pensar cómo encarará el problema de la alta nominalidad de la economía argentina y cómo hará frente a las restricciones que enfrenta la actividad. En nuestra opinión vamos a seguir en piloto automático con más controles, más proteccionismo, más intervención y más Estado”.

(De la edición impresa)

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